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Reportaje:Economía global

'Pinchazo' turístico

La ralentización del sector en Egipto puede verse agravada por un nuevo secuestro a turistas extranjeros

El nuevo secuestro de turistas europeos en Egipto, registrado en una localidad cercana a la frontera con Sudán, no sólo ha puesto en evidencia el sistema de seguridad del país africano, sino que además ha puesto en jaque al turismo, un sector que se ha convertido en las últimas décadas en el motor de la economía egipcia. Representa el 6,5% del PIB del país, más de un 13% de la fuerza del trabajo, es una de las principales fuentes de ingreso de divisas extranjeras y la clave del desarrollo inmobiliario y de infraestructuras de las principales capitales locales.

El secuestro llega en momentos en que el turismo presentaba uno de sus mejores desempeños de la década. Los datos del Ejecutivo indican que, durante el primer trimestre, los ingresos por turismo crecieron un 39% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Estos mismos datos reflejan que durante 2007 llegaron a Egipto un 25% más de turistas y que los ingresos por este concepto crecieron un 32%, hasta rondar cifras cercanas a los 10.000 millones de dólares en un solo curso. El PIB del país ronda los 140.000 millones de dólares.

El turismo supone el 6,5% del PIB de Egipto y más de un 13% del empleo

Los expertos creen que el efecto será marginal en la economía, a pesar de que todavía es pronto para hacer valoraciones. En las últimas dos décadas se han producido 15 ataques contra turistas -entre atentados y secuestros-, un periodo que paradójicamente ha coincidido con la época de mayor auge del sector. En este mismo tiempo, el Gobierno y el sector privado han realizado las mayores inversiones en infraestructuras de su historia reciente, construyendo complejos hoteleros, carreteras y aeropuertos en ciudades turísticas del mar Rojo. Durante los últimos cuatro años, el turismo ha liderado la economía junto con la construcción, y las ganancias por el petróleo y combustibles.

Efecto marginal que, sin embargo, no contribuiría favorablemente a un sector que podría comenzar a notar los primeros efectos de la crisis económica internacional. El ministro de Turismo, Zuheir Jaranah, ya ha advertido que el Ejecutivo prevé una caída del ingreso de turistas al país "ya que el aumento de la inflación y la estabilidad de la libra egipcia pueden crear futuros problemas, afectando negativamente al sector turístico". En Europa, sus ciudadanos han comenzado a reducir sus viajes, mientras que la crisis y la subida del petróleo han encarecido de manera importante los insumos del transporte aéreo.

Esto, sumado a la galopante inflación que afecta al país, genera un cuadro que podría afectar negativamente al crecimiento. El precio internacional de las materias primas ha impulsado el indicador hasta el 16% interanual, mientras que la inflación urbana se disparó hasta el 23,6% en agosto. Como es de esperar, el efecto inmediato que estos números tendrán en la economía egipcia será la fuerte ralentización del consumo interno.

Mientras, el país ha crecido un 7,2% durante el año fiscal concluido en junio, el nivel más alto en las últimas dos décadas. No obstante, la caída del consumo hace temer que estas cifras se reduzcan antes de terminar el año. Esto también significa que Egipto ha crecido un 6,6% en términos anualizados durante el trimestre abril-junio. Las estimaciones de los expertos indican que el rango de crecimiento del país se situará en torno al 4,8% y el 6,8% durante este curso.

Turistas en el templo de Abu Simbel, en el sur de Egipto.
Turistas en el templo de Abu Simbel, en el sur de Egipto.AFP

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