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EA pide al tripartito que muestre unidad "de cara al público"

La oposición advierte sobre el uso victimista de la consulta

EA dejó ver de nuevo ayer que la unidad en el seno del tripartito está cogida con hilvanes y no sobrepasa apenas la línea de lo ficticio y el sostén a la consulta del 25 de octubre, sin que haya acuerdo siquiera en el alcance de la respuesta que hay que dar a la previsible sentencia del Tribunal Constitucional en su contra. Hasta tal punto que su secretario de Comunicación, Mikel Irujo, se sintió en la obligación de llamar a mantener, "al menos de cara al público", la apariencia de que esa unidad es "absoluta". "Tenemos que dar una imagen de unidad sin fisuras", dijo en una entrevista en Radio Euskadi.

El llamamiento sale precisamente del seno de la formación que más ha explicitado sus diferencias con el principal partido de la coalición de Gobierno, el PNV. Sólo unas horas después del encuentro que el lehendakari mantuvo el jueves con sus socios de Gobierno, Ezker Batua y EA, el presidente de este partido, Unai Ziarreta, acusó al partido de Ibarretxe, de ofrecer sólo "resignación" ante la prohibición de la consulta y de mantener una posición de "indefinición" y "ambigüedad calculada". Por el contrario, Ziarreta abogó abiertamente por la insumisión ante las instituciones estatales.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, optó al día siguiente por ignorar el ataque y ni siquiera realizó una mínima referencia a esas palabras de su socio en el mitin de apertura del curso político celebrado en Zarautz.

El secretario de Comunicación de EA ya había realizado un llamamiento anterior para resolver las discrepancias de modo discreto, que fue ignorado por su jefe de filas. Ayer Irujo insistió en que se debe evitar la proyección pública de las diferencias. Las cosas, dijo "se pueden solucionar sin tener que emerger en un mitin o intentar polemizar".

Los mensajes de los dos partidos nacionalistas del Gobierno dieron pie ayer al socialista Rodolfo Ares a resaltar las diferencias entre ellos y a advertir en paralelo sobre el uso electoral que harán de la suspensión de la consulta. Ares destacó sobre todo el "nerviosismo" del PNV ante la percepción de que la ciudadanía "ha comenzado a interiorizar que estamos ante un proyecto nacionalista agotado y quiere una nueva etapa en Euskadi". "El PNV sabe", añadió, "que hay una corriente de fondo que ha llegado a la conclusión de que más de 25 años de lehendakaris nacionalistas son demasiados".

Por su parte, el presidente del PP, Antonio Basagoiti, se refirió a la consulta como "un fracaso anunciado", de cuya imposibilidad es consciente el nacionalismo que sólo buscaría al reclamarla "un referente electoral" y "una excusa para el victimismo".

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