Guerra en el Cáucaso
Visiblemente enfadado y maldiciendo a Occidente por su ceguera ante la "barbarie" de Rusia, el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, se doblegó ante las presiones internacionales y firmó ayer el acuerdo de alto el fuego elaborado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, después de que Condoleezza Rice, le "aclarara" algunos de los seis puntos de su contenido.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, y la canciller alemana, Angela Merkel, debatieron ayer en Sochi (en la costa del mar Negro) sobre el conflicto con Georgia sin aproximar sus posiciones sobre cómo abordarlo. El primero defendió el apoyo militar ruso a los territorios independentistas de Osetia del Sur y Abjazia en nombre de la defensa de sus conciudadanos.
Georgia y Rusia se han acusado mutuamente de perpetrar actos de limpieza étnica y graves abusos durante la guerra que les ha enfrentado por las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjazia. Human Rights Watch denunció ayer que Rusia ha empleado bombas de racimo sobre Gori y otras localidades georgianas.
El acuerdo entre Estados Unidos y Polonia para instalar misiles en territorio de este Estado "está dirigido contra Rusia", según manifestó ayer el presidente ruso, Dmitri Medvédev, refiriéndose al documento provisional firmado la víspera en Varsovia tras más de 18 meses de negociaciones.
La carrera hacia la Casa Blanca
Hillary Clinton tendrá una última ovación antes de apartarse del camino hacia la presidencia de Estados Unidos. Los delegados de la Convención Demócrata, en la que se elegirá de forma oficial al candidato del partido y su aspirante a la vicepresidencia, podrán votar tanto por ella como por Barack Obama.
Al menos 19 personas, incluyendo seis turistas italianos, murieron ayer en el choque de dos autobuses entre La Romana e Higüey, al este de República Dominicana. Uno de los autobuses transportaba a 21 italianos en una excursión desde Bávaro a Santo Domingo. En el otro viajaban medio centenar de dominicanos.
Honestidad y austeridad. Sobre estas dos líneas Fernando Lugo ejercerá su mandato en Paraguay durante los próximos cinco años. Acompañado de los principales representantes de la izquierda latinoamericana, el ex obispo puso oficialmente fin ayer en la capital paraguaya a 61 años de hegemonía del Partido Colorado.