Juan José Bustos, presidente de la Cámara chilena
Juan José Bustos Ramírez, presidente de la Cámara de Diputados chilena, murió ayer, 7 de agosto, en Santiago de Chile. El próximo 8 de diciembre hubiera cumplido los 73 años. Era también catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Chile y lo había sido también en España en las universidades de Lleida, La Laguna y Autónoma de Barcelona.
En el año 1973, la persecución a que lo sometió la dictadura de Pinochet le obligó a exiliarse a Honduras y más tarde a la República Argentina, donde finalmente fue detenido en Buenos Aires, a instancias del régimen de Pinochet, por la policía política de la dictadura de Videla. Pudo salir del campo de prisioneros donde fue internado, gracias a las gestiones del prestigioso catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Bonn, el profesor Armin Kaufmann, que se trasladó hasta Argentina para gestionar su libertad y ofrecerle a nombre de la Fundación Alexander von Humboldt una beca para que se trasladara a Alemania.
Su vinculación con la Universidad de Bonn databa de los años sesenta cuando, recién licenciado en Derecho por la Universidad de Chile, fue becado en España, donde obtuvo su primer doctorado dirigido por el profesor Juan del Rosal en la Complutense de Madrid, y después en Alemania, donde obtuvo el segundo con el profesor Hans Welzel.
En 1976 se incorporó a la comunidad universitaria española, que le acogió con generosidad. Ganó un concurso para la Cátedra de Derecho Penal en la Universidad de la Laguna (Tenerife) y otro para la Autónoma de Barcelona. Su gran preparación jurídica y científico-social le hizo destacar con sus numerosas publicaciones en la comunidad universitaria española y suramericana. En ellas plasmó, desde la filosofía política del Estado social y democrático de derecho, un pensamiento crítico del sistema penal vigente, al que se han adherido numerosos penalistas tanto europeos como suramericanos.
En 1990, en los comienzos de la transición chilena, volvió a Chile, donde se reincorporó, no sin dificultades, a la vida académica y a la política como miembro del Partido Socialista, al que pertenecía desde 1965. Como abogado, se transformaría entonces en tenaz acusador de los violadores de derechos humanos durante la dictadura, y, como representante de las víctimas y sus familias obtuvo la condena de muchos de estos delincuentes.
En 1998, el Partido Socialista chileno le postuló a la Cámara de Diputados, donde destacó tanto como jurista como por su coherencia y calidad humana. Sus cualidades le han sido reconocidas por todo el espectro político chileno. Creía en la democracia y en el valor del derecho como un instrumento político para su profundización. Con su muerte se ha perdido un gran jurista, un gran maestro, un gran político y un gran amigo. Nos queda su obra y su ejemplo.
Hernán Hormazábal Malarée es catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Girona.
