Una buena noticia para Europa
La Unión Europea recibió con alivio la "positiva" decisión del Tribunal Constitucional turco de no ilegalizar al gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), pues, de lo contrario, la ya de por sí complicada relación con un vecino crucial se hubiese tornado en dramática ruptura por un número indeterminado de años. A falta de conocer los considerandos del fallo, Bruselas se propone alentar el proceso de reformas aprovechando el retorno a la estabilidad institucional de Turquía.
"Es esencial que Turquía ajuste su normativa sobre partidos políticos a los estándares europeos", indicó el comisario de Ampliación, Olli Rehn, en un comunicado en el que también instaba a Ankara a "reanudar con todo vigor sus esfuerzos para modernizar el país".
"Es positivo", comentó Cristina Gallach, portavoz del coordinador de la política exterior de la Unión, Javier Solana, mientras subrayaba lo difícil que resultaba de entender desde la perspectiva europea que un partido elegido democráticamente y con el dominio institucional pudiese ser ilegalizado. "Ahora vamos a alentar el proceso de reforma y a estar muy vigilantes con los derechos humanos y la protección a las minorías para poder avanzar, en la medida en que se pueda, en la negociación con un candidato como es Turquía", agregó Gallach.
