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Reportaje:

Magos enganchados a las cartas

Casi 1.500 personas se congregan en la capital para un torneo de 'Magic: The gathering' - Uno de cada tres participantes en el evento es extranjero

Rebeca Carranco

Rascándose la cabeza, más bien calva, Andrew Buchenn espera la segunda ronda de la tarde. Su expediente: inglés, 49 años, 14 enganchado a Magic. Su rival: un español que no pasa de los 17. "He tenido mis momentos, pero este torneo no me está yendo demasiado bien", dice con desgana y sin apartar sus ojos azules de la baraja de cartas, que reposa sobre el tapete.

Es una de las 1.466 personas (el 99% hombres) que acudieron ayer al recinto ferial de la Casa de Campo para jugar el Grand Prix de Magic: The gathering. Un juego de cartas, donde dos personas se convierten en magos y se baten entre sí. Cada uno tiene que conseguir quitarle al otro sus 20 vidas, valiéndose de la baraja, repleta de hechizos.

"Round two is about to start (la segunda ronda está a punto de comenzar) ", avisa por el megáfono una voz pubescente, sin traducir el mensaje a ningún otro idioma. Uno de cada tres congregados en la Casa de Campo es extranjero, como Andrew. Coge una carta, la echa encima del tapete y empieza la acción. La partida, para el desentendido, parece de lo más aburrida. Ni un grito de victoria, ni un sollozo de pena. Nada, aparte de mucho joven gafapasta, con gesto de concentración, que blandea cartas de colores con seres fantásticos dibujados.

-No me han tocado muy buenas, le dice su rival.

-Mejor que mejor, responde Andrew, sin dirigirle la mirada.

A su lado, José Manuel Pedriza, de 18 años, les observa, envidioso. "¡Me aburro!", grita, en un intento desesperado de captar la atención de la decena de concursantes de su mesa. Ni caso. Su contrincante no ha aparecido. Si no llega en 45 minutos, uno de los 80 jueces que vigilan que nadie haga trampas, darán como vencedor de la partida a José Manuel. Eso le acercaría más a los 4.000 dólares (2.547 euros) que se llevará el ganador de la final, que se celebrará esta tarde, entre los ocho que hayan obtenido mejor puntuación en los dos días de concurso.

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Enganchados, adictos, abducidos por Magic. Muchos de los ayer reunidos en el recinto de Casa de Campo de nueve a nueve y que seguirán hoy compitiendo desde las ocho de la mañana hasta las tantas, dedican su tiempo libre a este juego de cartas, que nació en 1993 de la cabeza de un matemático estadounidense: Richard Garfield.

"Somos una gran familia", asegura Pau Pons, mallorquín de 24 años, que ha acudido al torneo con amigos de Magic. Como el madrileño Manuel Antón, de 38 años. Se ha recorrido Francia, Bélgica, Alemania... "Me gusta el juego y es la excusa perfecta para viajar", dice.

En España hay más de 25.000 federados; en el mundo, unos siete millones, que además participan en una red de compraventa de cartas, como con los cromos. "Cada año sacan unas 1.000 cartas nuevas. Por una de coleccionista se han llegado a pagar 18.000 euros", explica Omar Safol, de 27 años, experto de Magic y campeón de España en 1999.

En la búsqueda de expertos, aparece otro: un camarero de la cafetería. "A los 15 años fui el 40º mejor de España", asegura. "Pero escapé. Me enamoré de una chupa y vendí mi baraja para comprarla", recuerda. Le dieron 200 euros.

Dos jóvenes en plena partida de cartas.
Dos jóvenes en plena partida de cartas.LUIS SEVILLANO

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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