El futuro de Europa
Los ministros de Exteriores de la Unión analizaron ayer por primera vez el no irlandés al Tratado de Lisboa y se aferraron a la idea de dar tiempo al tiempo. Intentando ofrecer un aire de normalidad a la profunda crisis de confianza suscitada por el voto isleño, los jefes de la diplomacia de los Veintisiete prometieron seguir con el proceso de ratificación.
George W. Bush culminó ayer su larga gira de despedida de Europa con una visita al Reino Unido. Su anfitrión, Gordon Brown, quiso despedirle con un caramelo y anunció el envío de más tropas británicas a Afganistán. Será un caramelo más bien pequeño, según aclaró luego en el Parlamento el ministro de Defensa, Des Browne.
Consumando una maniobra ampliamente anunciada, el Gobierno italiano presentó ayer en el Parlamento las enmiendas que ponen en marcha la llamada Operación Salva Berlusconi. Ambos textos desembocarán, según los planes avanzados por el propio primer ministro a sus renuentes socios de la Liga Norte, en la suspensión de decenas de acciones judiciales.
Semáforos que no funcionan, personas que se quedan encerradas en el ascensor o electrodomésticos que no aguantan los saltos de tensión, los cortes de luz que desde hace un mes sufre Teherán empiezan a hacer mella en la población. Incluso el líder supremo, Ali Jamenei, ha pedido que se ahorre agua y energía tras la fuerte sequía de la pasada primavera.
Las favelas de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, siempre martirizadas, están revueltas e indignadas con la noticia de la detención de 11 militares acusados de vender a tres jóvenes a los narcos de una favela rival para ser ejecutados.
La cuña más eficaz es la que está hecha de la misma madera y esa posibilidad es precisamente la que está cristalizando en Argentina, donde los grandes barones del peronismo han multiplicado sus contactos en los últimos días para apartar a los Kirchner del poder.