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El XVI Congreso del Partido Popular

Nebrera promete un "cambio radical" y muestra la división del PP catalán

Sirera y Fernández negocian presentarse juntos a la presidencia en Cataluña

Llegó al Partido Popular catalán de la mano de Josep Piqué y avalada por su popularidad mediática como tertuliana. Una locuacidad de la que nunca se ha desprendido. Ahora Montserrat Nebrera pretende erigirse como la tercera vía para presidir la formación una vez conseguidos, con enorme dificultad, los suficientes avales con vistas al congreso regional de julio.

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Ayer, Nebrera destapó sus credenciales en un gesto simbólico. Realizó conferencias de prensa en Madrid y Barcelona, por ese orden, proclamándose como la candidata que abandera un "cambio radical" en el PP catalán frente a sus dos contrincantes: el oficialista, Daniel Sirera -con impagables apoyos en la dirección nacional- y el veterano, Alberto Fernández Díaz, nostálgico por recuperar el poder. Pero quizá Nebrera, que con su candidatura muestra la división del PP catalán, no será la tercera sino la segunda en liza, pues Sirera y Fernández Díaz ya han iniciado conversaciones para constituir una candidatura unitaria.

Nebrera, que ocupa un escaño en el Parlamento catalán, debe remar contracorriente. Los jerarcas del partido la consideran una advenediza. Es esta autocracia, dice, la que quiere romper. Por ello se quejó del "miedo" que invade a algunos compromisarios por avalarla, del "miedo" secular de la dirección regional por enfrentarse a Madrid y de la "cobardía" de buena parte de la sociedad catalana para no "rebelarse" contra lo políticamente correcto ante el "miedo por sentirse excluida".

Ella, aseguró, es la única que puede fortalecer el PP catalán, después de la "estrepitosa derrota" de las generales. "No habrá un PP nacional triunfante sin un PP fuerte en Cataluña, y no habrá PP en Cataluña sin renovación", proclamó.

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Consciente de que su candidatura no despierta simpatías ni en la dirección nacional -en cada acto con Mariano Rajoy un dispositivo ha intentado arrinconarla- ni en la catalana -llegó por enchufe del ex ministro Piqué-, Nebrera se esforzó por jugar bien sus cartas y agradeció la, en su opinión, "neutralidad" de Rajoy, a pesar de que el líder ha arropado a Sirera en todas las convenciones nacionales.

Y de paso no tuvo reparos en matar al padre. "Todo el mundo sabe la historia con la que Piqué aterrizó en el PP catalán. Esto no es lo que yo quiero para el PP del futuro. Quiero que los compromisarios decidan sin interferencia de la presidencia nacional".

Aseguró que ninguno de sus contrincantes ha jugado a su favor. "Se cree el ladrón que todos son de su condición", le espetó a Sirera. No le faltará razón si Sirera y Fernández Díaz se unen. Es lo que ha pretendido siempre el segundo para no quedarse sin sitio en la dirección de un partido más dividido que nunca.

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