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Tribuna:La lidia | Feria de San Isidro
Tribuna
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El triunfo de la verdad

Enmudecieron los intereses, callaron los mercaderes del falso templo. Triunfó la verdad eterna del valor sereno, consciente y cabal de un torero privilegiado, capaz de asustar al mismo miedo y de imponer sin hablar la desnuda realidad.

Su clamor es el de los hombres de verdad, el de quienes además de enfrentarse a un toro se enfrentan en los despachos al miura del conservadurismo, al victorino de los mediocres, al pabloromero de los que prefieren vetar que retar, medrar en vez de rivalizar y levantar falsos testimonios antes que aceptar que el toreo ha sido y será siempre esto. Valor de verdad, arte para dejarse ver en los cites, en los remates, y dejar en el cielo azul de Madrid el imborrable recuerdo de una tarde histórica.

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José Tomás sube a los cielos

Desde el rincón serrano de Galapar, un hombre sencillo, de nombre Celestino, podrá morirse feliz por haber alentado en su nieto la pasión por el toreo. Y hoy España y el toreo están disfrutando del clamor y de que un artista comprometido con su tiempo haya provocado el entusiasmo de una nación, la felicidad de un pueblo y el éxtasis de un Rey y su hija.

Abajo la suficiencia teórica, el ridículo enfoque científico de una pasión; esto es una dulce alegría de toreros de verdad, de tipos con las ganas de hacer historia y no de hacer de comparsa de este monumental negocio. Se acabó la falsa torpeza de quienes le acusan para tapar las carencias de los demás y se acabaron las revistas y los portales de Internet creados para servirse del toreo y no para servir a la verdad. Silencio siempre a esas bocas que han profanado la honradez de la palabra crítico, silencio para quien insultaba la inteligencia de las aficiones. ¡Y pensar que han llegado a decir que no venía a Las Ventas porque no se atrevía con el toro de Madrid! Viva también Victoriano del Río, capaz de criar ese toro que emociona y que da importancia al que se pone delante de él. Y viva José Tomás por devolver al toreo la emoción y la trascendencia, y al torero, la dignidad del creador.

Carlos Abella es autor del libro recién editado José Tomás, un torero de leyenda (Alianza Editorial).

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