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Cumbre UE-América Latina

Cuenta atrás para negociar en bloque

Bruselas ha puesto una fecha límite a los bloques latinoamericanos para que reflexionen sobre la oferta de negociación de acuerdos con la UE. Tras dos reuniones previstas para junio y julio la UE decidirá si se dan las condiciones para seguir negociando con los países de la región como bloques o se lanza a las conversaciones individuales estableciendo una Latinoamérica "a dos velocidades".

"Tenemos que ver lo que Bolivia y Ecuador ofrecen y en función de eso decidiremos. Nuestra oferta está sobre la mesa y ahora queremos una contraoferta", explica la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner a quien el presidente boliviano, Evo Morales, considera uno de los halcones en la posición de la UE respecto a Latinoamérica. El otro es el comisario de Comercio, Peter Mandelson, quien ha exigido a los países de la zona "más ambición". Sin embargo, Bruselas no quiere ser quien cierra la puerta a un proyecto que ha visto frustradas en la práctica las expectativas que generó. "Hemos trabajado durante años para que las regiones se unifiquen y, por tanto, todavía hacemos un esfuerzo", apunta Ferrero.

Aunque los aspectos comerciales de la negociación centran la atención mediática, la UE considera que apenas forman una de las tres patas en las que se tienen que asentar los acuerdos. Bruselas da mucha importancia al diálogo político y, en menor medida aunque sin reconocerlo, a la cooperación. Y además está un punto que los europeos consideran innegociable: la seguridad jurídica, un concepto que las empresas europeas presentes en la región perciben en retroceso en países como Venezuela, Ecuador y Bolivia, donde se producen nacionalizaciones, o en Argentina, donde la presión oficial sobre la inversión europea termina por provocar la salida de estos capitales. "Lo hemos dicho claramente: es necesaria la seguridad jurídica", subraya la comisaria europea.

Ayer se reunieron en la capital peruana representantes de la Unión y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), donde los europeos expresaron su posición. El encuentro finalizó con un "acuerdo marco para negociar con flexibilidad", cuya traslación al terreno práctico es que no se da por perdida toda esperanza. Por si acaso, la Unión Europea se reunió además por separado con Brasil a pesar de que también se celebró una reunión con Mercosur, que incluye a Brasil.

En su encuentro con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el boliviano Evo Morales le pidió "una ayuda" en las conversaciones de Bolivia con Ferrero-Waldner y Mandelson.

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