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Ciutat Vella concentra un tercio de los casos de violencia sexista

El Ayuntamiento atendió a 971 mujeres por maltrato en 2007

La lucha contra la violencia sexista en Barcelona sufre en Ciutat Vella. Así se desprende del balance de los maltratos atendidos por los servicios municipales en 2007, que el Ayuntamiento de la ciudad presentó ayer. El distrito portuario concentra tres de cada 10 casos de mujeres maltratadas en Barcelona, cifra que duplica la del segundo distrito con más agresiones domésticas: el de Sants-Montjuïc, con 67 casos atendidos, frente a los 135 de Ciutat Vella.

Ambos concentran casi la mitad de las mujeres maltratadas que acudieron a los servicios sociales de Barcelona. La concejal de Mujeres y Juventud, Elsa Blasco, se mostró cauta. "Es complejo hacer un análisis. No se puede deducir que Ciutat Vella sea el distrito más problemático", insistió.

La evolución sólo se podrá medir a partir de ahora: desde 2007, la ciudad cuenta con un punto de atención a las mujeres en cada distrito. El Ayuntamiento no facilitó datos anteriores del centro de Ciutat Vella, inaugurado en 2006.

Los servicios municipales atendieron a 971 mujeres víctimas de violencia sexista el año pasado. El 35% de ellas eran extranjeras, principalmente procedentes de América del Sur (59%). Se consolida así la presencia inmigrante entre las mujeres maltratadas, que en 2006 fueron el 33%. "La población extranjera irá aumentando a medida que los inmigrantes vayan conociendo los recursos municipales sociales", auguró Blasco.

Sin embargo, la asignatura pendiente sigue sin aprobarse. Tres de cada cuatro mujeres maltratadas no habían denunciado a su agresor cuando acudieron a pedir ayuda, cifra similar a la de 2006, según fuentes del Ayuntamiento. En parte esta actitud puede achacarse a que sólo la mitad de las mujeres atendidas tenían empleo. De ellas, el 54% percibían 1.000 euros o menos al mes. Un lastre al que debe añadirse que la mayoría (46%) tenían uno o más hijos a su cargo. "Es difícil dar el paso en situaciones de precariedad", lamentó Blasco. Este factor, añadido al miedo de las víctimas, contribuye a mantenerlas alejadas de tribunales y comisarías. "Hemos de trabajar más en este aspecto", concedió la regidora. "Pero es positivo que, sin que lo denuncien, cada vez atendamos a más mujeres".

El número de niños atendidos en 2007 también aumentó respecto a 2006 (109, frente a 82), incremento que puede interpretarse como un logro de los servicios sociales o bien como indicio del aumento de la violencia sexista. Blasco optó por lo primero. "Se está empezando a reconocer nuestro trabajo", apuntó. El 42% de los menores recibieron agresiones físicas. Tres de ellos sufrieron abusos sexuales de su padre.

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El número de agresores que accedieron a recibir asistencia psicológica se redujo casi el 30% respecto a 2006. Fueron 109 hombres, que presentan rasgos comunes: tienen entre 26 y 45 años (72%) y antecedentes psiquiátricos (57%). La brecha de la educación se diluye: el 47% posee estudios primarios, y el 53%, secundarios o superiores.

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