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Trabajo exige a Pascual que justifique por qué sus enfermeras llevan falda

Los inspectores entienden que el uniforme actual puede suponer un riesgo

La empresa Pascual, propietaria de la clínica San Rafael de Cádiz, tendrá que entregar a la Inspección de Trabajo el reglamento que obliga a sus trabajadoras a utilizar un uniforme compuesto por falda, delantal y cofia. Según explicó hace unos días el gerente de la empresa, José Manuel Pascual, fue el "incumplimiento reiterado" de esta norma lo que llevó a la clínica a retirar el complemento de productividad a las empleadas que utilizaban pantalones. Sin embargo, los inspectores de trabajo seguían ayer, en su segunda reunión con la empresa -representada por dos abogados- y el comité, sin conocer esta normativa.

En el convenio colectivo por el que se rigen los trabajadores de todos los centros sanitarios del grupo, la norma de vestuario indica que éstos deberán ir uniformados y que será la empresa la que entregará anualmente dos juegos de uniforme a cada empleado, uno en marzo y otro en octubre. No especifica, en cambio, si deberá ser de falda o de pantalón.

"No está recogido en ningún sitio que el uniforme sea ése", mantiene Adela Sastre, presidenta del comité de empresa. Sastre asegura que la norma solo se les comunicó verbalmente a la plantilla cuando algunas de las trabajadoras optaron por utilizar el uniforme de pantalón.

La cadena de centros sanitarios se defendió la pasada semana con un comunicado en el que apuntaba que la normativa de vestuario data del año 1997. Este documento, con todo, no consta entre la documentación que maneja la Inspección de Trabajo.

Los inspectores, además, han emplazado a la empresa a que presente en el plazo de una semana una valoración de riesgos de la clínica San Rafael que tendrá que ser consensuada con la representación sindical. La Inspección de Trabajo adopta esta medida por entender que llevar falda en un hospital puede suponer un riesgo para las trabajadoras. Este vestuario expone más a las empleadas que el pijama habitual del resto de la plantilla, por lo que obligar a su uso podría constituir, según la Inspección de Trabajo, un quebrantamiento de la ley de prevención de riesgos laborales.

"A las trabajadoras que se quedan embarazadas se les da inmediatamente de baja porque supuestamente toda la clínica es ámbito de riesgo. Sin embargo nosotras, que tenemos contacto directo con los enfermos, tenemos que ir con las piernas al aire", señala la presidenta del comité.

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Trabajo ha trasladado a las afectadas que abordará más adelante los posibles incumplimientos de la ley de igualdad. En cualquier caso, ha instado a ambas partes a que se esfuercen por llegar a un acuerdo que evite que el asunto llegue a los tribunales. Los inspectores se han ofrecido incluso a actuar como mediadores y a prestar su asesoramiento en estos encuentros.

Comisiones Obreras ha convocado una concentración mañana, al mediodía, a las puertas de la clínica de San Rafael, para reclamar el derecho de las trabajadoras a ir en pantalón. Colectivos y organizaciones como el sindicato de enfermeras SATSE, el Colegio de Enfermería o Izquierda Unida ya han mostrado su intención de acudir.

Más información páginas 36 y 37

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