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Los alumnos que no alcancen el nivel B2 de euskera podrán tener el título de ESO

El anteproyecto de reforma de los modelos sólo define los niveles que hay que lograr

El Departamento de Educación está últimando el borrador del anteproyecto de ley de la reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza. Su idea es entregarlo a los agentes sociales y a los partidos políticos después de las vacaciones de Semana Santa para que hagan las aportaciones que consideren oportunas.

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Y después, una vez que lo apruebe el Consejo de Gobierno, remitir el texto al Parlamento antes de verano. Los colegios están a la espera de conocer los detalles del proyecto, como los niveles de exigencia de euskera, castellano e inglés, los exámenes que se realizarán y las evaluaciones de diagnóstico previstas para conocer cómo evolucionan los centros. Tal y como está redactado el borrador, los alumnos que no logren el nivel B2 (equivalente al First Certificate de inglés) en euskera o castellano suspenderán la asignatura correspondiente a la lengua oficial, pero podrán obtener el título de Graduado en Secundaria.

Es posible que durante la tramitación parlamentaria se endurezca o flexibilice en esta materia, dependiendo de qué apoyos políticos recabe el departamento. Puede que finalmente se opte porque la obtención del B2 sea condición indispensable para lograr el título de ESO o que se quede como está el texto ahora, que refleja la voluntad de la consejería.

En una entrevista con este periódico, el director de Innovación Educativa de la consejería y uno de los responsables del proyecto, Juanjo Agirrezabala, explicó que, "por ahora, sólo hemos definido niveles referenciales. Tal y como está ahora el proyecto, no conseguir el B2 en euskera no implicará no lograr el título de ESO".

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El futuro sistema, que está llamado a sustituir al actual de tres modelos lingüísticos (castellano, bilingüe y euskaldún) pretende conseguir que todos los alumnos dominen el euskera a los 16 años (se da por descontado que el castellano está conseguido). Para ello establecerá unos objetivos lingüísticos concretos en las dos lenguas oficiales (euskera y castellano) y evaluaciones para comprobar si se alcanzan las metas establecidas. Así, los escolares tendrán que superar un nivel B1 -permite comprender un discurso normal, participar en conversaciones sobre temas habituales y escribir textos sencillos- al finalizar la etapa de Primaria, a los 12 años.

A los 16 años, cuando concluye la Secundaria, los alumnos deberán lograr el nivel B2. Tanto el B1 como el B2 se corresponden con titulaciones europeas oficiales. Para la lengua extranjera, el conocimiento que habrá que acreditar será el de un B1 al finalizar la Secundaria.

Si al final se confirman las previsiones de Educación y la reforma obtiene la luz verde del Parlamento, el modelo único se pondrá en marcha con los niños de Primaria en el curso 2009-10. Con los niveles de exigencia marcados, quedará en manos de los centros la elección de la mejor fórmula para lograrlos. En algunos casos, supondrá una revolución total (los más volcados al castellano), mientras que otros lo tendrán más fácil. Por si acaso, Educación tiene previsto realizar periódicamente evaluaciones externas a los colegios en diferentes cursos de Primaria y de Secundaria para conocer cómo marchan e incidir en los puntos débiles, reforzándolos con profesorado u otro tipo de medios materiales.

Hoy por hoy, el B2 se ha demostrado difícil de alcanzar incluso para los alumnos de modelo D. Sólo un 68% superaron el examen realizado. Sin embargo, teniendo en cuenta que hasta ahora la evaluación se ha hecho sin tener en mente el objetivo de lograr el B2 y ahora el sistema se va a orientar en esa dirección, la situación podría ser diferente.

Alumnos de tercero de ESO atienden las explicaciones de una profesora en un instituto de Vitoria.
Alumnos de tercero de ESO atienden las explicaciones de una profesora en un instituto de Vitoria.PRADIP J. PHANSE

Los objetivos de conocimiento

- La prueba B1. Se exigirá al finalizar la etapa de Primaria (a los 12 años) tanto para el euskera como para el castellano. Y para el idioma extranjero al concluir la Secundaria. Este nivel supone que a la hora de hablar una persona se puede desenvolver en casi todas las situaciones que se le presentan. En la escritura, es capaz de redactar textos sencillos y bien enlazados sobre temas que le resultan conocidos. Y en cuanto a comprensión, entiende las ideas principales cuando el discurso es claro, la descripción de acontecimientos y programas de radio y televisión.

- La prueba B2. Se exigirá al concluir la etapa de Secundaria (a los 16 años) para las dos lenguas oficiales. Oralmente, el nivel implica participar en una conversación con fluidez, poder tomar parte activa en debates y explicar un punto de vista. A la hora de escribir, el alumno es capaz de redactar textos detallados e informes que apoyen o refuten un punto de vista concreto. Y en comprensión, entiende discursos y conferencias extensas, casi todas las noticias de la televisión y la mayoría de las películas.

- Modelo actual. El modelo en castellano tiene la asignatura de euskera, que cuenta con cuatro horas a la semana. Y el modelo euskaldún, cuenta con la asignatura de lengua castellana, también con cuatro horas a la semana. No establecen niveles lingüísticos que lograr.

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