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Reportaje:

Mirar al cielo para salvar los muebles

Abren menos hoteles en la Costa Dorada. Las casas rurales, casi al completo

Los hoteleros de la Costa Dorada confían en tener una media de ocupación del 70% durante el tramo final de la Semana Santa, es decir, del próximo jueves al lunes de Pascua. Son las previsiones de la asociación hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, que indican una clara tendencia a la baja con respecto al año anterior, que tuvo una ocupación media del 78%. Fuentes de la asociación explican que la meteorología será un factor clave para lograr una mayor ocupación, y este año las vacaciones de Pascua caen en marzo, mucho antes que el año pasado, cuando fueron en pleno abril. "Las reservas de Semana Santa se hacen muy a última hora, y comienzan justo ahora", señala el vicepresidente de la entidad, Joan Antoni Padró.

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Este año han abierto menos hoteles que el año anterior. "Quien tiene dos hoteles se decide a abrir solamente uno, para no correr riesgos", señala Padró. Sin dar cifras exactas, la asociación asegura que el hecho de que las fiestas caigan en fechas tan tempranas ha desanimado a muchos hoteleros a abrir sus establecimientos, muy vinculados desde siempre al sol y a la playa.

En Semana Santa, los hoteles de la Costa Dorada únicamente se han llenado cuando ha coincidido con olas de calor que hasta permitían algún baño en la playa, y básicamente se nutren de un turismo de cercanías, que se desplaza en vehículo propio, lo que contrasta con el tradicional turismo veraniego que viaja en charter desde Alemania o el Reino Unido.

Este panorama poco alentador en la costa dista mucho del que les espera a las casas rurales de la demarcación. Tanto la asociación de las comarcas del Ebro como la del Priorat, que suman cerca de 80 establecimientos en pequeños municipios de interior, esperan colgar el cartel de completo a partir del próximo miércoles. "No notamos ningún bajón en el fin de semana más festivo, pero quizá sí en los días anteriores y posteriores", señala el presidente de la agrupación de casas rurales de las comarcas del Ebro, Albert Fernández.

De hecho, el viernes aún quedaban plazas libres para el lunes, martes y miércoles próximos. Estos alojamientos suelen estar siempre llenos en Semana Santa y puentes, y han experimentado un sensible auge durante el últimos lustro. "Vienen principalmente familias del área metropolitana de Barcelona, Lleida y Girona", señala el presidente de la agrupación de casas rurales del Priorat, Roger Aleu. En esta comarca vinícola, además, la oferta residencial se completa con el enoturismo, que ya de por sí atrae a un significativo porcentaje de visitantes al Priorat. "Vengan o no por el vino, la práctica mayoría acaban pasando por alguna bodega o alguna cooperativa", dice Aleu.

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