_
_
_
_
_

Anesvad pierde 30.000 socios

La ONG busca un director general que reemplace a Gamarra

Un año después de la operación judicial que llevó a la detención de su entonces presidente José Luis Gamarra por presunta apropiación de 4,6 millones de euros, Anesvad trata de recuperar su imagen. La entidad, que en 2005 manejó un presupuesto de 35 millones y se convirtió en la undécima ONG española por fondos gestionados, ha perdido en este año 30.000 de los 150.000 socios y colaboradores que tenía antes del escándalo, según datos de la organización.

Dirigida desde octubre por tres administradores judiciales, tras apreciar la magistrada que instruye el caso riesgo de que se desviaran fondos, ahora busca un director general -que realizará las funciones que desempeñaba Gamarra, fundador de la ONG en los años sesenta- y un director de proyectos, un puesto clave en Anesvad que ya ha sido ocupado por dos personas en este año. La primera salió con la crisis interna abierta tras la detención de Gamarra y la segunda, Leire Atxa, nombrada en junio y con una larga trayectoria en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiaos (ACNUR), fue destituida en diciembre por los administradores judiciales "porque no superó el periodo de prueba", afirma un portavoz de Anesvad.

La cuarta parte de la plantilla se ha ido o fue despedida en el último año

Los administradores judiciales, que rechazan cualquier contacto con la prensa, emitieron un comunicado el pasado miércoles en el que destacaron "la ilusión en esta nueva etapa". Entre los trabajadores, predomina el silencio. Tres empleados contactados por este diario rehusaron valorar tanto la situación en que se encuentra la entidad como sus circunstancias personales.

Anesvad tiene ahora 60 empleados, casi todos en su sede central de Bilbao, salvo dos en la oficina de Madrid. Durante este año, un total de 16 personas (más de una cuarta parte de la plantilla) ha abandonado la ONG de forma voluntaria o por despidos y han sido reemplazadas. Dos despedidos recurrieron a los tribunales y en diciembre un juzgado declaró la nulidad y su readmisión: no había causas objetivas y se había conculcado la libertad de expresión, ya que fueron despedidos tras participar en una rueda de prensa con otros trabajadores de Anesvad para pedir la dimisión de Gamarra. Un portavoz de la entidad señaló que se ha llegado a un acuerdo para indemnizarles.

La ONG tiene en marcha 160 proyectos de cooperación para luchar contra enfermedades como la lepra o el sida, o combatir la explotación sexual infantil. Sus responsables aseguran que la memoria económica de 2007, que debería reflejar el impacto del escándalo, se conocerá en verano. Los últimos datos disponibles son de 2006, con unos ingresos de 28,7 millones y unos gastos de 22,5, 13,9 de ellos en proyectos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Anesvad no se ha personado como perjudicado en el caso hasta hace unos meses, pese a que sería la principal perjudicada. Sin embargo, no ha acudido a ninguna de las declaraciones de testigos en noviembre y diciembre, algo inusual, según abogados consultados. "La personación es para colaborar e incluso para pedir pruebas. No tiene sentido no participar".

Entrada a la sede central de Anesvad en Bilbao, ayer.
Entrada a la sede central de Anesvad en Bilbao, ayer.TXETXU BERRUEZO

Las claves de la investigación judicial

Hasta ahora, han declarado ante el Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao más de 25 personas. El principal imputado, José Luis Gamarra, ha comparecido una vez, el 10 de marzo, y entonces negó cualquier imputación de apropiación de fondos: sólo admitió que en septiembre de 2005 sacó 319.000 euros de una cuenta del Consulado de Filipinas (ocupó este cargo hasta meses después de su detención) para prestárselo a otro de los imputados: el ex director general José Miguel Sustacha, que se llevó 440.000 euros en 2005. Lo hizo tras un acuerdo privado para que restituyera el dinero, dejara la entidad y guardara silencio para no dañar la imagen de Anesvad.

El denunciante anónimo, M. G. R., cuyos datos abrieron esta investigación, ha comparecido por dos ocasiones y han pasado por el juzgado otra veintena de testigos, la mayoría empleados de la ONG. Estos testimonios han evidenciado el peculiar estilo de gestión de Gamarra, ya que varios reconocieron haber cobrado más de 30.000 euros en dinero B (en cheques o en metálico) por tareas extras. Para las próximas semanas están fijadas las declaraciones de otros cuatro trabajadores de Anesvad.

En las diligencias figura una grabación intervenida por la Ertzaintza, cuando registró las oficinas de Anesvad el 8 y 9 de marzo de 2007, en la que el denunciante M.G.R. exigió más de 220.000 euros a Gamarra para no desvelar las presuntas anomalías. La petición se realizó en una entrevista entre su abogada y el ex presidente de Anesvad, que este grabó. También reclamó el denunciante que la mitad de esa cantidad no constara documentalmente para evitar el pago de impuestos.

La defensa de Gamarra ha presentado diversa documentación con la que considera que queda probado que no ha habido apropiación o desvío de los 4,6 millones de euros de los que se le acusa. Entre ella figura un informe del Banco de España, que asegura que el imputado no se apropió de 3,4 millones de dos sociedades en que figuraba como administrador único, y otro del Banco de Santander en Ginebra, que niega que se hayan tocado los 900.000 euros de una cuenta procedentes de una herencia.

Según fuentes cercanas al caso, la magistrada Belén Mendoza -tercer juez que se ha ocupado de este sumario- se está basando para la instrucción en los informes de la Ertzaintza, que realizó la detención de Gamarra, y de un funcionario de Hacienda al que ha comisionado.

Un año de la crisis de una ONG

- Las indagaciones sobre la gestión de José Luis Gamarra al frente de Anesvad comenzaron en marzo de 2006, tras la denuncia anónima de un ex empleado, M.G.R., quien fue contable en la ONG. Unos meses antes, esta persona reclamó a Gamarra 220.000 euros para no acusarle.

- Los otros dos imputados son el ex director general y el director financiero, que se apropiaron en agosto de 2005 de 980.000 euros (440.000 cada uno) al desviar a una cuenta inactiva de Anesvad cheques de donaciones particulares sin que lo supiera nadie, ni siquiera Gamarra.

- El ex presidente de la entidad, detenido por la Ertzaintza el 8 de marzo del pasado año en su domicilio de Bilbao, salió en octubre de la cárcel con una fianza de 300.000 euros. La juez afirmó en su auto que había "indicios abrumadores" de que donaciones recibidas por Anesvad no se encontraban en el patrimonio de la ONG.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_