El barril de petróleo volvió a superar los 100 dólares esta semana en EE UU y, como ocurrió en las dos veces anteriores, el terremoto económico que se auguraba hace unas décadas sigue sin manifestarse. Pero lo que sí complica cada vez más a los países avanzados es el objetivo de una inflación controlada.
Cinco entidades financieras ponen en jaque a Habitat y la dejan de nuevo al borde del concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos. Cuando la inmobiliaria ya había firmado el acuerdo de refinanciación con 33 de las entidades a las que debe 1.586 millones de euros por la compra de Ferrovial Inmobiliaria, ayer cinco financieras se descolgaron y rechazaron sumarse.
El Partido Popular ha hecho del catastrofismo su principal bandera económica. Pese a que España aún lidera el crecimiento entre los países más avanzados, el primer partido de la oposición se ha aferrado a los síntomas de agotamiento que muestra la actividad para sembrar incertidumbre.