_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'El Tiburón'

Manuel Rivas

Por apoyar a Romano Prodi, conocido como Il Professore, el senador Nuccio Cusumano fue acusado por un compañero demo-cristiano no sólo de "traidor", sino también de "vendido, cornudo, pedazo de mierda, maricón, basura, payaso, puta y muñequita". Deduzco que Cusumano es una persona estupenda. Lo extraño es que en la sarta de insultos no figure ninguna animalización. Siempre ha habido un sentido zoológico en el debate político. Barbato, el agresor de Cusumano, desea el regreso del Cavaliere Berlusconi, conocido también como El Caimán. A Anastasio Somoza, en 1947, la multitud lo despidió cantándole la cumbia Se va el caimán. Los motes, a veces, no son inocentes, y Anastasio retomó el poder con un golpe de Estado para acallar la cumbia. Ahora, en Nicaragua, el líder opositor al sandinismo tiene un apodo netamente liberal: Eduardo Montealegre, El Ratón de Harvard. Para Maquiavelo, el príncipe deseable debería tener la astucia del zorro y la fuerza del león. Así fue retratado Franklin Roosevelt. Aquí tenemos El león de Villalba, que fue gran cazador del zorro. A propósito, el dictador dominicano Trujillo tenía el sobrenombre de El Chivo. En Miami, la noticia de la enfermedad de Fidel Castro se dio con caracteres hípicos: "¡Se jodió El Caballo!". De su encuentro con el presidente venezolano Hugo Chávez, Naomi Campbell salió con una potente metáfora sáfica: "Él no es un gorila, es más bien un toro". En este punto, es mucho más creíble Naomi que los zoólogos opositores. En España ha provocado una fuerte polémica la definición que el socialista José Blanco hizo de Manuel Pizarro, gran fichaje de la derecha para las elecciones: "El tiburón político sale de la madriguera". ¿Puede salir un escualo de una madriguera? Pizarro se ha indignado por lo de tiburón, pero no ha objetado el hábitat. Así que algo de razón debe tener Blanco. Si ha salido de una madriguera, no puede ser una sardina.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_