Inversión extranjera
Las cifras de inversión extranjera en el primer semestre de 2007 agudizan la tendencia descendente desde 2002. Una de las principales explicaciones del descenso es la reducción de la inversión a través de las entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), un tipo de sociedad holding que se creó en 1996 para competir con otros centros financieros internacionales.
La ventaja fiscal de las ETVE consiste en un régimen de exención de impuestos a los dividendos y plusvalías percibidos por las inversiones en sociedades extranjeras operativas, así como una exención en el pago de dividendos u obtención de plusvalías para las compañías extranjeras accionistas de la ETVE. La aplicación más eficiente consiste en la reorganización societaria de las multinacionales que operan en España, mediante la adquisición financiada con deuda, una parte del grupo en el extranjero, y la deducción fiscal de los intereses generados, que a través de su consolidación con las filiales españolas reducía a veces hasta anular su tributación por impuesto sobre sociedades. Su régimen fiscal hizo especialmente atractivas las ETVE para canalizar inversiones extranjeras a países terceros, como reflejaron los flujos de inversión de la inversión extranjera en ETVE, y que alcanzó su máximo en 2002 con más de 21.000 millones de euros.
La reorganización societaria de las multinacionales que operan en España y la deducción fiscal de los intereses anula su tributación
Desde 2005 Hacienda comprueba este tipo de estructuras. La inseguridad jurídica ha hecho saltar las alarmas en las multinacionales, que retrotraen sus inversiones a través de este tipo de entidades, que alcanzó tan sólo 965 millones de euros en el primer semestre de 2007.
En año electoral debería debatirse si merece la pena seguir compitiendo fiscalmente por la atracción de inversiones extranjeras no productivas (como hasta ahora) o si tiene más sentido que, a través de la exigencia de una mayor sustancia a los vehículos de inversión, se puedan incrementar las inversiones productivas extranjeras en España sin reducir nuestra competitividad fiscal internacional.
Antonio Pina y Alfonso Amor son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
