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El Consell del Llibre Infantil festeja sus 25 años con la campaña 'Municipi lector'

Carles Geli

Un compromiso mínimo de cinco años, que al tratarse de fomento de lectura involucre, claro, a las escuelas y la biblioteca públicas, pero que el consistorio logre también movilizar al resto del tejido social de la localidad, desde la comisaría de los Mossos d'Esquadra al carnicero. Y someterse, además, a una evaluación anual del director de la campaña. Estas son las considerables, pero al parecer exitosas, condiciones que impone el Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil (Clijcat) las localidades que quieran participar de su campaña de promoción de la lectura Municipi lector, que la entidad desea potenciar coincidiendo con sus 25 años de vida.

Un incremento del 300% en los préstamos en la biblioteca de El Bruch (Anoia) en el primer año de aplicación de la experiencia piloto ha animado a los responsables de Clijcat a vender la iniciativa, a la que a principios de 2008 se añadirán Almenar (Segrià) y Flix (Ribera d'Ebre), a las que en breve podrían sumarse Mollerussa (Pla d'Urgell) y Torroella de Montgrí (Baix Empordà).

"La clave está en un compromiso por un periodo mínimo y en los esfuerzos para extender la campaña por todo el tejido social de una zona: si sólo se llega a los convencidos del ámbito cultural, estas campañas no sirven de nada", asegura Marta Vilaregut, presidenta del Clijcat, como claves del éxito de la iniciativa. A ello no es ajeno el estricto control que realiza la entidad: nombra un director de su equipo que evalúa periódicamente la campaña, que por el momento no se exporta a ningún municipio superior a 11.000 habitantes. "Se trata de buscar la efectividad y hacer seguimiento de, por ejemplo, los cuadernos de lecturas que se les dan a todos los niños del área", matiza Vilaregut. Los costes no son altos (a El Bruch le supondrá una media de 4.000 euros por año) porque en parte el propio Clijcat ayuda con subvenciones públicas y las entidades colaboradoras pagan sus intervenciones.

La campaña del municipio lector es la punta del iceberg de las actividades que para el fomento del libro para niños lleva a cabo desde 1982 el Clijcat, federación que reúne desde representantes de la Administración pública a escritores, editores y bibliotecarios de Cataluña, donde uno de cada cuatro títulos editados en catalán el 2006 fue infantil o juvenil, género que alcanza el 17% de la facturación del sector. La responsable del Clijcat, que desde 1985 edita la revista especializada Faristol, hace un balance "satisfactorio" de estos 25 años, "pero no debemos bajar la guardia", añade, "es una labor que se ha de hacer cada día y siempre". Por ello, excepcionalmente este año concederá los Premios Trayectoria, que entre otros han recaído en el escritor Joaquim Carbó, la ilustradora Roser Capdevila, la librería Robafaves de Mataró y la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Cataluña.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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