Bruce Springsteen, concierto en Madrid, agotadas las entradas en tres horas; Héroes de Silencio, última gira, 240.000 espectadores; Nacha Pop, reaparición en Madrid, 15.000 fans; Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat llenan en tres actuaciones consecutivas el Palau Sant Jordi. Ninguna entrada de estos conciertos costaba menos de 30 euros.
La II Guerra Mundial está a punto de terminar y las tropas aliadas se preparan para batirse en retirada. Hitler ha muerto. Berghof, su casa, ya no es más que una ruina, pero una ruina cargada de historia.
Superman no es el mismo según quién lo dibuje. Fue una especie de levantador de pesos circense con sus creadores, Jerry Siegel y Joe Shuster, a finales de los años treinta, y luego John Byrne lo refundó en los ochenta como un Christopher Reeve culturista y algo más complejo emocionalmente.
Fue otra gran noche para el cine rumano. Europa se rindió anoche ante la película 4 meses, 3 semanas y 2 días, dirigida por Cristian Mungiu. Después de ganar la Palma de Oro en el último Festival de Cannes, esta sórdida y realista historia de un aborto clandestino en los años más negros de la Rumania de Ceausescu volvió a conquistar ayer el corazón de los europeos, que se han rendido ante la honestidad de esta desgarradora película.