Valencia se juega con el puerto el futuro de su frente litoral

Sobre el frente litoral de Valencia se han redactado 14 planes estratégicos. Varios de ellos contradictorios. Ninguno ejecutado por completo. Esa indefinición histórica provoca que la ciudad parezca allí diseñada por el azar. Lo dijo ayer el arquitecto Alberto Peñín. Justificaba quizá sin proponérselo la jornada organizada por la Fundació Societat i Progrés y presentada por la portavoz socialista Carmen Alborch. Un debate interdisciplinar sobre el futuro del frente marítimo que el PSPV propuso realizar en el Ayuntamiento pero que el PP rechazó. Y que afecta de lleno al puerto de Valencia, pero que sus gestores ignoraron tras ser invitados a intervenir.

"El acceso norte del puerto es más caro que conectar con tren Sagunto"

El sociólogo José Miguel Iribas dibujó una encrucijada: Valencia tiene la oportunidad de optar por un modelo económico basado en el sector terciario; en la tecnología, en el turismo y en la atracción de talento (sacando provecho de la Copa del América, del terreno ganado por la ciudad en la dársena, de sus playas urbanas y del clima). Una ruta, afirmó, incompatible con la ampliación del puerto ("dudo de que un ambiente de camiones y de contenedores que ya lo invaden todo sea el más apropiado").

La geógrafa Eulàlia Sanjaume expuso las consecuencias que según sus investigaciones tendría el crecimiento mar adentro de las instalaciones portuarias sobre las playas del sur. No solo en las más próximas, sino, debido a la gran "sombra de oleaje", hasta las que limitan con El Perellonet, lo que incluye las del parque natural de l'Albufera.

El catedrático de Computación Gregorio Martín repasó el intenso crecimiento del tráfico marítimo de contenedores en el puerto durante 2007 ("que lo sitúa cada vez más cerca de Algeciras y más lejos de Barcelona"). Y destacó que lo decisivo no es tanto el puerto como "la interfaz marítimo-terrestre"; la conexión con vías de comunicación "que, después de Kioto, deben ser ferroviarias". Un apartado, señaló Martín, en el que Valencia y Sagunto (la alternativa a la macroampliación) se encuentran retrasados. El catedrático afirmó que resultaría más costoso construir el acceso norte al puerto que conectar adecuadamente Sagunto por tren.

El profesor Josep Vicent Boira mostró un documento presentado recientemente por la Comisión Europea en el que se alertaba del creciente desapego de los ciudadanos hacia los puertos; recomendaba a estos establecer un "diálogo" con la ciudad, y sugería las ventajas de alejarlos del núcleo urbano.

Lidia Pérez, jefa de la demarcación de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, justificó la autorización de la ampliación por los "intereses económicos" que lleva asociados.

Los arquitectos Francisco Taberner y Miguel del Rey subrayaron, finalmente, el valor de algunas construcciones y paisajes del frente litoral. Y del riesgo de inminente desaparición que afrontan. Como la Estació del Grau, la única de su época (mediados del siglo XIX) que se conserva en España.