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"El hipnótico ideal no existe"

"La pastilla mágica para dormir todavía no se ha inventado", observa Manisha Witmans, especialista en medicina del sueño del Evidence-Based Practice Center, de la Universidad de Alberta. "No existe un hipnótico ideal". Esta es la razón de que haya muy diversos remedios farmacológicos.

Los somníferos más nuevos y más usuales son los relacionados con las benzodiacepinas, conocidos a veces como medicamentos Z, como zaleplon y zolpidem. Sin embargo, Mark W. Mahowald, director del Centro de Trastornos del Sueño de Minnesota, dice que las antiguas benzodiacepinas, como triazolam (Halcion), ofrecen un valor más alto que los nuevos. "Tendemos a utilizar las viejas benzodiazepinas", dice. "Parecen ser tan eficaces como algunos de los medicamentos nuevos, y son infinitamente más baratas".

Otra alternativa barata, y uno de los somníferos más utilizados, al menos en EE UU, es el antidepresivo trazodona. Funciona bien en muchos pacientes, pero algunos afirman que les deja adormecidos al día siguiente. Algunos pacientes que temen consumir somníferos recurren a medicamentos de venta sin receta, que contienen los analgésicos paracetamol e ibuprofeno combinados con un antihistamínico, difenhidramina.

Se sabe que los antihistamínicos adormecen al paciente, pero existen pocas pruebas de que mejoren el sueño. También pueden provocar sedación al día siguiente, que afecta a la conducción, además de un ritmo cardiaco acelerado y estreñimiento. The Medical Letter, que evalúa medicamentos, desaconseja el consumo de antihistamínicos para dormir. Además, las sobredosis de paracetamol pueden provocar insuficiencia hepática.

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