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Ningún disidente en la celebración del 12-O en la Embajada en Cuba

El canciller Pérez Roque y numerosos altos cargos en una recepción con mil invitados

La recepción ofrecida por la Embajada española en La Habana por la Fiesta Nacional, a la que asistieron el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, y numerosos altos cargos, confirmó la normalización de la relación entre ambos países. "Estamos en el mejor momento de relaciones desde 1996", dijo el embajador español, Carlos Alonso Zaldívar. Al acto acudieron un millar de invitados. La disidencia cubana no fue invitada.

El embajador español recordó que hace sólo dos semanas se restableció la cooperación al desarrollo y que el mes próximo continuará el diálogo sobre derechos humanos en Madrid.

Pérez Roque coincidió en que las relaciones bilaterales atraviesan un "momento positivo". "Hay un diálogo político recuperado que permite examinar la agenda política entre ambos países, que incluye discutir temas en los que no tenemos posiciones similares. Pero eso no es obstáculo para dialogar y tratar de buscar los puntos de interés común", afirmó. "Creo que hay un momento positivo y que el deber de ambos gobiernos es trabajar en favor de las relaciones de dos pueblos que tiene una historia tan común como España y Cuba", agregó.

Según Zaldívar, las relaciones avanzan en todos los planos: al restablecimiento de la cooperación, hay que sumar que en lo económico la presencia empresarial española es cada vez mayor; hay un mecanismo de consulta política al más alto nivel, y continúa el diálogo institucional sobre derechos humanos, el primero que acepta Cuba con un país de la UE.

Entre España y Cuba, el Día de la Hispanidad ha servido de termómetro para medir la temperatura de las relaciones bilaterales. Y este 12 de octubre demostró que, después de no pocos vaivenes y avatares, las relaciones van recuperando el nivel que tenían antes de 1996, cuando llegó José María Aznar al poder y quedaron prácticamente congeladas.

Entre los asistentes al ágape, además de Pérez Roque y la plana mayor de la cancillería, estaban el vicepresidente José Ramón Fernández, la ministra de Inversión Extranjera, Marta Lomas, y altos funcionarios de diversos ministerios e instituciones. Sin embargo, parece quedar un trecho para que vuelvan a estar presentes políticos como Carlos Lage (vicepresidente del área económica) o el ministro de Cultura, Abel Prieto.

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En la fiesta española, igual que sucedió en las fechas nacionales de Alemania y Francia, no hubo disidentes ni representantes de la oposición. No fueron invitados. Zaldívar aclaró que la decisión es política y estratégica, y nada tiene que ver con que las relaciones con la disidencia sigan siendo fluidas. "España mantiene en la embajada la función de conocer toda la sociedad cubana, y cuanto más amplia y profundamente mejor, y tiene un diálogo con todo tipo de personas, incluidos aquellos que se denominan de la oposición".

Derechos humanos

Según Zaldívar, la situación de los derechos humanos es mejor que hace cuatro años, cuando había más prisioneros políticos en cárceles cubanas. A su juicio, con la nueva política española no se han perdido espacios sino que se han ganado, y una muestra es el diálogo sobre derechos humanos.

La política de acercamiento promovida por España poco a poco empieza a calar en la UE. Tras cuatro años sin diálogo, el mes pasado en Nueva York la troika de la UE sostuvo un encuentro informal con Roque para explorar la posibilidad de desbloquear las relaciones.

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