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Estudiar catalán y seguir los cursos de integración no será obligatorio para los inmigrantes

La consejera de Acción Social presenta la ley de acogida a la prensa antes que a las entidades

Miquel Noguer

Estudiar catalán no será obligatorio para los inmigrantes, pero sí formará parte de los cursos de integración que la Generalitat "recomendará" seguir a los nuevos llegados. Así constará en la ley de acogida que prepara la Generalitat para acompañar a los inmigrantes en su proceso de adaptación a Cataluña. Seguir estos cursos les ayudará a conseguir el certificado de arraigo, lo que les abrirá las puertas para su regularización. La ley se aprobará el próximo año e incluirá el "derecho" de los inmigrantes a recibir cursillos de lengua, cultura y de adaptación al mercado laboral.

Los ejes de la ley se presentaron ayer ante la prensa sin consensuarlos antes con las entidades que forman el Consejo Asesor de la Inmigración. De hecho, la reunión de la consejera de Acción Social, Carme Capdevila, con el Consejo no se produjo antes de la conferencia de prensa, sino después. Eso motivó la "sorpresa" y el malestar de algunas de estas entidades. "No sabemos qué quieren consensuar si antes de discutir las enmiendas ya lo presentan todo al público", afirmó un miembro del Consejo, quien, sin embargo, admitió que en anteriores reuniones ya se había hablado de algunos aspectos del texto. Convergència i Unió también criticó la "precipitación" del anuncio.

Los ejes de la ley suponen un cambio sustancial a lo defendido inicialmente por el Departamento de Acción Social y por la Secretaría de Inmigración, ambas en la esfera de Esquerra Republicana. Lo más llamativo es que los cursos de integración, bautizados como "proceso de acogida", no serán obligatorios como en su día defendió el secretario de Inmigración, Oriol Amorós. Serán una simple oferta.

La rebaja de los planteamientos de la ley se ha hecho tras un rifirrafe entre el Departamento de Acción Social y el de Presidencia. El entorno del presidente, José Montilla, ya se quejó a Capdevila y a Amorós de sus pretensiones de exigir los cursos de catalán a los inmigrantes y les hicieron rectificar.

Con todo, Amorós y Capdevila defendieron ayer la "utilidad de estos cursos". Incluso le han encontrado una aplicación de carácter legal: participar en un proceso de acogida podrá abrir las puertas a la regularización de los inmigrantes en situación irregular. Eso es así porque una de las vías habituales para regularizarse es demostrar el arraigo al país. El certificado de arraigo lo expiden los ayuntamientos y el problema que tienen éstos es que no existe ningún protocolo concreto para decir que un inmigrante está integrado o no. "El seguimiento del proceso de acogida significará una señal clara de que el inmigrante quiere permanecer en nuestro país", dijo ayer Amorós.

Los cursos ayudarán a los inmigrantes a hacerse una idea de la cultura catalana, del mercado laboral y del funcionamiento de la Administración. ¿Tendrán los inmigrantes que se acojan al proceso mayor facilidad para acceder a ayudas? No. "Las ayudas sociales van en función de las necesidades de cada persona en cada momento, no se denegará una ayuda a alguien que no haya seguido un curso si es que realmente la necesita", aclaró Capdevila.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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