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De la Vega llama a luchar por la igualdad en los centros de trabajo

Para la vicepresidenta del Gobierno, éste será el siglo de las mujeres

Avances hubo, y grandes, pero aún queda mucho camino por recorrer para que las mujeres, que siguen padeciendo -entre otras discriminaciones, por razones de sexo- mayores tasas de desempleo, de precariedad laboral y salarios más bajos, estén en pie de igualdad con los hombres. A ello contribuirá la Ley de Igualdad promovida por el Gobierno, aseguró su vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

El balance de los discursos de clausura de la segunda escuela de Mujeres Dirigentes que organizó UGT en A Coruña no arrojó mayores novedades. Pero sí lo es la Ley de Igualdad, según Fernández de la Vega, "un arma a la vanguardia de las políticas de igualdad en el mundo", dijo, que debe ser empleada "con especial atención" en el ámbito laboral, donde la marginación de las mujeres es aún flagrante.

Ante un auditorio de más de 200 personas, en su inmensa mayoría mujeres que participaron en las tres jornadas de debates sobre el liderazgo femenino, la vicepresidenta arengó a los sindicatos para centrar la batalla por la igualdad en el ámbito laboral. Convencida de que este siglo será el "verdadero" de las mujeres, tras "una centuria de grandes avances", la dirigente socialista consideró que el gran reto, para que las mujeres sean coprotagonistas de la sociedad, es "ganar en visibilidad pública, exigir y asumir puestos de responsabilidad y decisión, alcanzar la igualdad efectiva y real en todos las esferas de la vida".

A las elocuentes cifras sobre las diferencias de cuotas de poder entre hombres y mujeres en la vida laboral que desgranó el secretario general de UGT, Cándido Méndez (discriminación salarial generalizada en todas las profesiones, un exiguo 6% de mujeres en los consejos de administración, o "despilfarro del capital femenino, mayoritario en las universidades, para el desarrollo tecnológico"), hay que sumarle el hecho, indicó De la Vega, de que son ellas las que "soportan la carga principal de la conciliación familiar".

"Y sobre todo, estamos pagando por nuestra libertad el altísimo precio de la violencia doméstica", señaló De la Vega. Para la vicepresidenta del Gobierno, "corregir estas graves disfunciones debe ser un objetivo prioritario en toda democracia", porque "allí donde las mujeres son libres y actúan, donde deciden, hay progreso". En la misma línea abundó el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, quien destacó que para el Gobierno gallego la batalla por la igualdad es su "verdadera seña de identidad". Al agradecer a las sindicalistas de UGT su "alto grado de compromiso" en esa lucha, Touriño aseguró que cuentan "con la complicidad de los hombres socialistas".

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