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Reportaje:

Iberdrola ultima su bifurcación bursátil

Prioriza el tramo institucional externo y la creación de valor frente al dividendo en la OPS de Renovables

Las caídas y la volatilidad de los mercados no han cambiado ni un ápice la intención de Iberdrola de sacar a Bolsa un 20% de su filial de energía renovable en el último trimestre. La oferta pública de suscripción (OPS), una de las mayores operaciones de este tipo que se llevan a cabo en España, sigue quemando etapas y perfilándose. "Hay hambre entre los gestores de inversión colectiva por hacerse con acciones de empresas y actividades sostenibles. Hay mucha demanda de estos fondos especializados en el mundo y pocas sociedades susceptibles de integrar sus patrimonios. Y nosotros somos líderes en energía eólica", dice Estanislao Rey-Baltar, director financiero de Iberdrola Renovables.

"Estamos en cuatro de los cinco mercados eólicos más atractivos del mundo: EE UU, España, Reino Unido y Alemania", señalan en la filial

Iberdrola va a bifurcarse en el parqué para captar recursos, unos 4.000 millones de euros, destinados a su expansión en el negocio de las tecnologías renovables sin que el esfuerzo afecte a la estructura financiera del conjunto del grupo. La filial de renovables, cuyo valor total estimado por los bancos de negocios (Citigroup, BBVA, Dresdner, Chevreux, Goldman Sachs y Fortis) oscila entre 17.000 y 20.000 millones de euros, estará cotizando en Bolsa a final de octubre o en las primeras semanas de noviembre. La OPS se iniciará formalmente después de la publicación de los resultados del grupo Iberdrola del tercer trimestre y de la presentación a los analistas de un nuevo plan estratégico.

En cualquier caso, según fuentes de la eléctrica, los trámites previos están muy adelantados. Iberdrola Renovables ha culminado ya, a 30 de julio, buena parte de la reorganización e integración previa de los activos eólicos de la matriz y de los aportados por Scottish Power, tras su adquisición por la eléctrica española, en Reino Unido y EE UU. Ha designado también a las entidades coordinadoras globales de su salida a Bolsa -BBVA, Credit Suisse, JP Morgan, Merrill Lynch y Morgan Stanley- y a los asesores legales.

También tiene perfilados los detalles de la salida a Bolsa, que contará con un tramo institucional internacional que absorberá algo más de la mitad del total de la colocación, y un tramo institucional español y un tramo minorista que se repartirán el resto, en principio, en una proporción aproximada de uno a dos.

Fuentes de la nueva sociedad, que ha cerrado el primer semestre con una potencia renovable instalada de 6.826 megavatios (un 17% de la capacidad operativa total del grupo Iberdrola) y una cartera de proyectos en estas energías limpias en todo el mundo de 40.000 megavatios, destacan que la operación va a mejorar y agilizar la gestión de estos activos y va a incrementar al tiempo la visibilidad de la filial y de la matriz. "Somos líderes mundiales en energía eólica",

dice Rey-Baltar, "y la creación de Iberdrola Renovables y su salida a Bolsa" flexibiliza la estructura de capital del grupo y reduce su perfil de riesgo.

Los responsables de la salida a Bolsa argumentan también para la venta del producto que la dinámica de los distintos reguladores nacionales con medidas para asegurarse el suministro energético y reducir la dependencia actual del exterior favorece el desarrollo de estas tecnologías y del negocio vinculado a ellas. También lo favorece, agregan, la cada vez mayor conciencia social en torno a la sostenibilidad del planeta y los acuerdos y protocolos internacionales para reducir las emisiones contaminantes.

Además, agregan, estas tecnologías son cada vez más eficientes y competitivas, "y además en nuestro caso aportamos al mercado", dicen en Iberdrola, "una experiencia de muchos años y en muchos países" ("estamos en cuatro de los cinco mercados eólicos más atractivos: EE UU, España, Reino Unido y Alemania" y "sólo en países que ofrecen seguridad jurídica y tasas de retorno razonables a la inversión").

Acuerdos a largo plazo

Iberdrola Renovables cuenta además con acuerdos a largo plazo para el suministro de turbinas, en un momento que la demanda de estas máquinas supera ampliamente a la capacidad de producción de las mismas, lo que le garantiza su abastecimiento y unos precios razonables (las turbinas suponen hoy en torno al 80% del coste de un parque eólico). La nueva sociedad de renovables tiene este tipo de acuerdos con Gamesa, fabricante participado por su matriz Iberdrola, y con otros productores.

Iberdrola Renovables, en este contexto, se siente diferente de la matriz y quiere figurar en Bolsa como una sociedad netamente creadora de valor para el accionista. "Habrá dividendos pensando en el pequeño inversor, pero la parte del león de los beneficios se reinvertirá en el crecimiento de la compañía".

Estos argumentos, en mayor o menor medida, son recogidos también por los informes de los analistas sobre Iberdrola y sobre esta OPS que va a colocar a la filial de renovables entre las 10 mayores sociedades del Ibex. Varios informes, sin embargo, alertan sobre el riesgo de una actividad que depende mucho de los avatares de los reguladores y de decisiones políticas.

Parque eólico de Iberdrola Renovables en Estados Unidos.
Parque eólico de Iberdrola Renovables en Estados Unidos.

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