Operación poco asfalto

Baches, fuera. Pero menos que otros años. Madrid comienza la Operación Asfalto, con menor alcance que otros veranos. El Ayuntamiento pavimentará una treintena de calles, muchas menos que en los últimos tres años (entre 150 y 200 en ese periodo). La actuación afectará a 186.000 metros cuadrados de pavimento, una superficie cinco veces menor que en 2006. El presupuesto también baja: de los seis millones que se gastaron el año pasado a los 1,8 de ahora. Desde el Consistorio justifican este plan "menos agresivo" en que el asfaltado se pospondrá en algunas zonas hasta que terminen las obras (sobre todo de canalizaciones) previstas en ellas. Por su parte, la oposición denuncia que se han excluido del asfaltado zonas desfavorecidas que "realmente necesitaban arreglos".

"Gallardón olvida que Villaverde tiene socavones", se queja una portavoz vecinal

Para pavimentar la avenida de la Albufera se usarán 6.000 neumáticos reciclados

No se tocará ni una sola calle de cuatro distritos de Madrid (Usera, Villaverde, Hortaleza y Barajas). "Algunas zonas no están incluidas porque hay previstas obras más adelante y se esperará para asfaltarlas cuando terminen", explica Pablo Usán, director general de Vías Públicas del Ayuntamiento de Madrid.

"Gallardón se ha olvidado de los socavones de Villaverde", replica Mari Prado, de la asociación de vecinos de San Cristóbal. Prado asegura que no se ha asfaltado "ni una calle" de su barrio desde 2000. "Las avenidas principales, Godella y Rocafort, son un bache en sí mismas, no tienen ni la raya de separación de la vía pintada", añade. Asegura que cada mes envían una carta de protesta al Ayuntamiento y que han denunciado la situación a la Policía Municipal y en la concejalía de distrito "el miércoles pasado". Pero éste no será su verano.

El director de Vías Públicas indica que se han tenido en cuenta las demandas vecinales, la información de las juntas de distrito y las actuaciones previstas por empresas suministradoras en otoño. El asfaltado se pospone en esos casos "para no molestar dos veces a los vecinos", asegura.

El volumen de actuaciones previstas para este verano es similar al de 2003, cuando se actuó en 26 calles. Al año siguiente, la entonces directora general de Vías Públicas, Fernanda Serrano, anunció: "Iniciaremos una renovación integral de las calles de Madrid, puesto que en los últimos 10 años hemos invertido poco". Tres años después, las actuaciones vuelven a caer.

"O no tienen recursos suficientes o hay una mala planificación, porque han dejado fuera zonas muy castigadas sin ningún arreglo", considera David Lucas, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. "No es sólo por los distritos que han dejado fuera; en otros, como Villa de Vallecas o Moratalaz, apenas han incluido un par de calles; es un plan a todas luces escaso". Desde IU, el edil Daniel Álvarez añade otra crítica: "Se centran en el asfaltado, pero no han reparado en que también es necesario mejorar las aceras y las zonas de tránsito de los peatones".

La Operación Asfalto comenzó ayer en la avenida de Fermina Sevillano y en la calle de Estocolmo (San Blas). Ambas estarán de obras hasta mañana, según una portavoz de la Concejalía de Obras que indicó que se trabaja por tramos "para evitar cortes de tráfico".

El distrito más afectado es Carabanchel, con siete actuaciones previstas. Algunas intervenciones se realizarán en horario nocturno, como las previstas en las calles de Carretas, Eduardo Dato, Alcalá o la avenida de la Albufera. Todas las calles afectadas se pueden consultar en la web del Ayuntamiento (www.munimadrid.es). Basta poner "Madrid pavimenta Madrid" en el cuadro de búsqueda.

Casi una quinta parte de la superficie prevista, 32.700 metros cuadrados, se pavimentará con polvo de caucho de neumáticos usados. La mezcla produce "una doble mejora ambiental", según el Ayuntamiento. Se reutiliza el caucho viejo y, además, la mezcla resultante dura más, es más silenciosa y tiene mejor adherencia. Sólo para pavimentar la avenida de la Albufera se empleará el equivalente a 6.000 neumáticos viejos. También se usará el conocido como "pavimento antirruido", que reduce las emisiones sonoras hasta cinco decibelios, según Usán. Y se experimentará con mezclas "semicalientes", que disminuyen la emisión de gases y olores.