_
_
_
_
_
Reportaje:El conflicto de Oriente Próximo

De miliciano "duro de pelar" a obediente militante de Al Fatah

La lista de 178 palestinos 'perdonados' por Israel incluye a activistas forjados en la lucha armada que prometen ahora cumplir la ley

De los 178 milicianos palestinos indultados, quizá el más famoso sea Zacaria Zubeide, líder en Yenín de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y autor, según Israel, de varios atentados. En los últimos años, Zubeide ha tejido una importante carrera como miliciano "duro de pelar", fotografiado siempre con el fusil en una mano y el cigarro en la otra, y al mismo tiempo una imagen mediática muy sabrosa. Dos factores han contribuido a que sea la figura preferida por los medios de comunicación israelíes: su dominio del hebreo y su íntima y comentada relación con la activista israelí Tali Fahima, que estuvo en la cárcel acusada de colaborar con el enemigo y pasarle información.

"Nuestra decisión de dejar las armas viene tras un acuerdo con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y no con Israel. Lo aceptamos ya que creemos que puede traer medidas positivas como la retirada militar israelí de ciudades en Cisjordania, la liberación de presos y el fin de las redadas", justificaba ayer Zubeide, que decidió hace cinco años volcarse en la lucha armada tras la muerte de su madre y hermano, víctimas de un ataque del Ejército israelí. Desde ese momento, Zubeide no ha cesado de promover tiroteos contra israelíes en el norte de Cisjordania. En noviembre de 2002, envió a dos palestinos a la ciudad periférica de Bet Shean para irrumpir en la sede del Likud, en plenas primarias, y matar a seis personas.

"Hay que poner fin a tantas armas sin control en las calles", dice uno de los 'amnistiados'
Más información
Las milicias de Al Fatah renuncian a la lucha armada para dar oxígeno a Abbas
"Ya es hora de salir de Auschwitz y fundar el Estado de Israel"

Ayer mostró su lado más conciliador y cuando un periodista israelí le preguntó: "¿Estás de acuerdo en cesar las acciones terroristas?", Zubeide respondió: "Es parte de nuestro compromiso hacia los dirigentes palestinos. Hay que poner fin a tantas armas sin control en las calles. La única forma de evitar el caos y crear un Estado palestino es tener una sola autoridad, armada, fuerte y respetada".

En la zona de Nablus, 81 milicianos se han sumado al indulto. Entre ellos, Alá Sankra, de 27 años. Se le acusa de estar implicado en un atentado suicida en Jerusalén y de mantener contactos con el grupo libanés chií Hezbolá. Ayer firmó el documento en el que depone las armas y se integra a las fuerzas de seguridad palestinas. De esta forma, abandona las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Pero no todo es de color de rosa para Alá. Por un lado, ya puede volver a su pueblo de origen, tras meses de destierro, fugas y agotadora persecución. Pero, por otro, está su hermano Ahmed, que aún figura en la lista de milicianos buscados. "Me he comprometido a dejar las armas, ¿pero qué hago si los israelíes vienen y quieren detener o matar a mi hermano? ¿Me quedo de brazos cruzados o cojo el fusil y le defiendo?", se pregunta.

El portavoz de las milicias de Al Fatah, Naser al Jaraz, sostiene que se entra "en una fase de prueba". "Si Israel es listo, debería indultar a todos los miembros del grupo. En cualquier caso, estaremos atentos para comprobar que no cometen acciones contra nuestros hombres", añade.

"Es una medida calculada y esperamos que traiga sus frutos. Pero ellos saben que les vigilamos de cerca y sabremos cómo reaccionar si deciden volver al terror", decía ayer un oficial israelí.

Un miliciano de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa camina con su hija en una calle de la ciudad cisjordana de Nablus.
Un miliciano de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa camina con su hija en una calle de la ciudad cisjordana de Nablus.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_