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Reportaje:

Obreros en el "microondas"

El 90% de las empresas incumple el reglamento de la temperatura ambiental idónea en el trabajo

El sindicato CC OO denuncia que el 90% de los empresarios valencianos infringe el real decreto que regula las condiciones ambientales en los lugares de trabajo. De esta forma, no sólo los obreros y los braceros del campo, inexorablemente expuestos a los tórridos rayos de sol, sufren los temidos golpes de calor que, en ocasiones, provocan su muerte como consecuencia de las extremas condiciones en las que faenan. En los últimos años, operarios de los sectores de la industria y servicios padecen los efectos de las altas temperaturas al carecer los centros laborales de los preceptivos sistemas para regular el ambiente.

Los últimos accidentes laborales en Madrid han devuelto al debate social la alarmante gravedad que representa el incumplimiento de la ley de Prevención de Riesgos Laborales y que tiene su correlato en las clamorosas cifras que el tajo se cobra anualmente en España en general, y en la Comunidad Valenciana, en particular. Pero, sin duda, entre los innumerables incumplimientos de esta ley destaca un reglamento que la inmensa mayoría de los empresarios se salta a la torera: el decreto que establece las óptimas condiciones ambientales en los lugares de trabajo. Lo que en principio, puede parecer un apéndice de la legislación más o menos superfluo para la seguridad de los trabajadores, en los últimos años se ha revelado como una causa de muerte a tener en cuenta especialmente en los meses de verano. Aunque no existen estadísticas oficiales del número de víctimas mortales en la Comunidad Valenciana por golpes de calor durante el trabajo, los sindicatos apuntan al sector de la construcción [según datos manejados por la Federación de Construcción de CC OO, en 2006, tres obreros fallecieron y otros dos fueron hospitalizados en estado grave] y a la agricultura como las actividades que acumulan el grueso de las víctimas mortales en este apartado.

Javier Pérez, de CC OO: "Hemos visto operarios trabajando a 40 grados en pleno mes de agosto"

Cierto que regular los parámetros ambientales de la obra y del campo supone un importante desafío

[obreros de Andalucía llegaron a plantear movilizaciones para exigir jornadas intensivas y evitar trabajar las tardes durante los tres meses de verano], los sindicatos reprochan la "parálisis" de los empresarios valencianos en otros sectores donde, a priori, es más sencillo garantizar unas adecuadas temperaturas sin poner en riesgo la salud de los operarios. Javier Pérez, responsable de Salud Intercomarcal de CC OO, denuncia que el 90% de los establecimientos de trabajo en la Comunidad Valenciana, esencialmente en la industria y en la hostelería, infringe el real decreto 486/1997 en materia de condiciones ambientales en lugares de trabajo. "Los asalariados en cocinas, calderas, lavanderías, panaderías e industrias se cuecen durante la época de verano", apunta el dirigente sindical. Y añade: "Hemos visto empresas donde los operarios trabajaban a 40 grados en pleno mes de agosto". No se trata de un asunto, en absoluto, baladí. Aunque las cifras no arrojan datos precisos sobre casos de muerte por golpes de calor en estos recintos laborales [según datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad en el ámbito estatal, 24 personas murieron por golpes de calor en 2004, un año después la cifra fue de 21], este sindicato señala que la escalada de accidentes laborales por este motivo no cesa. Esta enfermedad consiste en un desajuste de la temperatura corporal. La fiebre supera los 39 grados, el cuerpo no consigue regularla y el proceso acaba en un fallo multiorgánico. Además, el calor potencia el agravamiento de otras patologías, sobre todo en personas mayores. Estrés térmico, mareos, vómitos y desmayos son algunos de los síntomas. El dirigente sindical achaca la pasividad del empresariado valenciano a los elevados costes que acarrean las actuaciones para adecuar los lugares de trabajo así como la tecnología para bajar las temperaturas. "Se tratan de medidas muy caras, pero la patronal no debe anteponer esto a la salud de sus trabajadores". Según el decreto sobre las condiciones ambientales en el trabajo, salvo las oficinas, que deben tener una climatización que oscile entre los 17 y los 27 grados, el resto de lugares de trabajo [es decir, cocinas, naves, lavanderías...] tienen que contar con una temperatura mínima de 14 grados y un máximo de 25 grados para garantizar un adecuado ambiente de trabajo. Sin embargo, a pesar de que la normativa incluida en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es de obligado cumplimiento, la patronal la incumple en el 90% de los casos, a excepción del sector de oficinas, según denuncia CC OO. En lo que va de verano, este sindicato ya ha girado múltiples denuncias ante inspección en la provincia de Alicante por este apartado. Sin embargo, la escasez de funcionarios laborales (un total de 160, según datos facilitados por el Ministerio de Trabajo) y la lentitud para corregir las deficiencias en este asunto, precisamente por los elevados costes, dejan al trabajador en la más absoluta indefensión. Según CC OO, las empresas emplean, al menos, un año para implementar las medidas encaminadas a regular la temperatura ambiental. Sistemas de climatización del aire, sistemas de ventilación y de extracción son algunos de los mecanismos empleados para combatir el calor. "Está claro, que en las empresas que exponen a sus trabajadores a productos químicos no pueden instalar aires acondicionados pero sí hay múltiples sistemas para encarar el problema", apunta el dirigente sindical. Pero no solamente la tecnología es la solución a este problema, algunos empresarios deben afrontar una amplia reestructuración de sus recintos, como la eliminación de los tejados de Uralita que convierten las instalaciones "en auténticos microondas", comenta Javier Pérez. De acuerdo al método Lest, según el cual un grupo de expertos hace recomendaciones a propósito de las temperaturas óptimas para desempeñar en condiciones un trabajo, establece que el trabajo intelectual debe realizarse a una temperatura de entre 17 y 24 grados; el trabajo duro, entre 15 y 21 grados, y el muy duro, de 12 a 18 grados. En cualquier caso, apunta CC OO, la patronal debe cumplir la norma.

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