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Reportaje:

La inevitable urbanización de la pobreza

Lakhsmi llegó con su marido y sus cuatro hijos a Delhi (India) hace tres años. Emigró de Bihar, uno de los estados más pobres del país, al poblado chabolista de Mohlarband, uno de los más miserables de la capital. La familia cambió su pequeño terreno en el campo por una construcción precaria de madera y láminas de 16 metros cuadrados. Sólo tiene una puerta, que da a un enjambre de habitaciones. Esta familia es un ejemplo de la crisis de chabolización que vive India. En la cuarta economía más fuerte de Asia, las grandes ciudades aumentan relativamente en prosperidad, pero el campo se empobrece cada vez más.

Las 'megaciudades' como México D. F. y Calcuta están colapsadas. Van a crecer las pequeñas y medianas en todo el mundo
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La ONU advierte que en 2008 habrá, por primera vez, más población en las ciudades que en el campo
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La ONU hizo ayer un llamamiento a los gobiernos para que se tomen en serio esta realidad, que en ningún caso se va a frenar, y empiecen a tomar medidas antes de que la chabolización y la pobreza sean irreparables. En primer lugar, piden que se acepte el derecho de los pobres a vivir en la ciudad y buscar las oportunidades vitales allá donde se encuentren.

Naciones Unidas critica que, hasta el momento, los gobiernos se han dedicado a desalentar la inmigración a base de no dotar de servicios básicos las zonas marginales. Sin embargo, no se ha frenado la imparable migración urbana y lo único que se ha conseguido es que cada vez haya más pobres en la ciudad. Según los cálculos de Naciones Unidas, 1.000 millones de personas viven en tugurios urbanos, zonas con problemas de agua contaminada, salubridad, seguridad y espacio.

Suicidio de campesinos

En India se vive una crisis agraria, que en casos extremos lleva a los agricultores al suicidio. Unos 17.000 tomaron esta drástica decisión tras empobrecer, según el registro más reciente del Gobierno, de 2003. Por esta crisis, mucha gente deja las áreas rurales y se va a buscar mejor suerte, principalmente a las seis metrópolis: Bombay, Delhi, Calcuta, Chennai (antigua Madrás), Bangalore y Hyderabad. Estos inmigrantes engrosan las filas de los habitantes de los poblados chabolistas, que van aumentando en las ciudades.

India es uno de los principales exponentes del imparable traslado de la población del campo a las ciudades. En 2008, más de la mitad de la población mundial, 3.300 millones de personas, vivirá en áreas urbanas, principalmente de ciudades de países en desarrollo, según los datos facilitados ayer por el Fondo de Población de Naciones Unidas, que prevé que hacia 2030 este número se incremente hasta 5.000 millones. En África y en Asia, la población urbana se habrá duplicado entre 2000 y 2030. Será, según el director de la División de Apoyo Técnico del Fondo de Población de la ONU, Rogelio Fernández-Castilla, el fenómeno con mayor impacto económico y social del siglo XXI.

El número de personas viviendo en chabolas en India se ha duplicado en los últimos 20 años, según los conservadores datos del Gobierno. "Casi 62 millones de personas de la ciudad viven en chabolas, más del 21% de la población urbana", aseguró la ministra para el Empleo Urbano y la Mitigación de la Pobreza, Kumari Selja, en una rueda de prensa reciente.

El procedimiento de llegada del campo a la ciudad es simple: asentarse en cualquier espacio libre. Por esta razón, en México D. F. se llaman "paracaidistas". En India, "una familia construye un refugio con cartón o cualquier material disponible, que con suerte podrá mejorar con ladrillos con el paso del tiempo, y este refugio llama a otro refugio de forma que se van generando asentamientos irregulares que el Gobierno acaba aceptando", explica el sociólogo del Instituto de Ciencias Sociales, B. S. Baviskar.

En el asentamiento donde vive Lakhsmi, el baño no existe, y tienen que caminar 300 metros hasta la fuente de agua más cercana. A pesar de todo, ella está convencida de que migrar fue lo mejor: "Más vale vivir en una chabola aquí que morir de hambre en el campo". En la ciudad "hay más oportunidades", asegura. Allí ella puede tener algún trabajo temporal, como la limpieza de casas, y con ello contribuir a los ingresos de la familia. Cada día de trabajo gana lo equivalente a poco más de un euro, "el doble que en el campo y con la mitad del esfuerzo", como ella misma explica.

Acabar con las chabolas

La ONU, que sostiene que es evidente que las oportunidades de vida en los países en desarrollo son mayores en las ciudades que en el campo, pide a los gobiernos que adopten una visión amplia y a largo plazo del uso del espacio urbano, lo que implicaría repartir tierras y dotarlas de servicios mínimos básicos para construir viviendas en las que se puede desarrollar una vida digna. Si los pobres se integran en las ciudades, la sociedad se beneficiará de ellos en lugar de convertirlos en un "campo de cultivo" para la violencia y la marginación, que afecta doblemente a los jóvenes y a las mujeres. Las niñas son las primeras en dejar la escuela y el empleo femenino se mantiene, en su mayor parte, en la economía sumergida. Además, casi la mitad de las mujeres que no desean tener un hijo no tienen medios para poder tomar esta decisión.

El crecimiento urbano, según la ONU, se dará principalmente en las ciudades medianas y pequeñas. Muchas de las megaurbes de más de 10 millones de habitantes, como México D. F., Calcuta o Seúl, están en estos momentos perdiendo población y no ganándola. Están colapsadas, y el crecimiento se producirá en espacios más pequeños.

En China, por ejemplo, se calcula que en 10 años habrá 83 ciudades de más de 750.000 habitantes, de las cuales sólo seis tendrán más de cinco millones, el tamaño de Madrid aproximadamente. Pero la ONU insiste: si no se toman medidas, la pobreza extrema en las ciudades será insostenible para el conjunto de la población.

Una mujer con su hijo en brazos en un barrio de Nueva Delhi (India).
Una mujer con su hijo en brazos en un barrio de Nueva Delhi (India).ASSOCIATED PRESS

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