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Maná conquista a 30.000 'fans' con un recital espectacular

Hasta las nubes quisieron contribuir al buen desarrollo de uno de los conciertos más esperados del verano musical gallego, y los 30.000 espectadores que asistieron al concierto de los mexicanos Maná en el Monte do Gozo pudieron librarse de la lluvia. Las expectativas se cumplieron, y la banda que encabeza el cantante Fher Olvera ofreció lo que prometía, un show espectacular que poco tiene que envidiar al que presentan en sus giras otras grandes bandas de rock anglosajonas. Con el paso de los años, Maná se ha convertido en la mejor representante del llamado rock latino y en Santiago dejó claro que piensa ocupar el trono durante mucho tiempo. Su mezcla de baladas y temas rockeros dejó satisfechos a casi todos los asistentes, que además pudieron disfrutar de un sonido potente que llegaba con nitidez a todos los rincones.

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Sueños compartidos

Durante las más de dos horas de recital, la banda hizo un repaso por las canciones que les han llevado a la cima tras un duro camino de más de 20 años. Bendita tu luz, Oye mi amor, Labios compartidos, Corazón espinado o Mariposa traicionera fueron coreadas con entusiasmo por un público en el que se mezclaban varias generaciones, aunque predominaban los veinteañeros. Los que más se hacían notar eran grupos de mexicanos que enseñaban orgullosos su bandera. El propio Fher acabó uniendo a las banderas gallega y mexicana sobre el escenario. El cantante construye su personalidad sobre el escenario con retazos de otras estrellas y demostró soltura tanto para lanzar mensajes contra la pobreza como para invitar a una joven coruñesa a subir al escenario y cantar y compartir una copa de vino con ella sobre un sofá con forma de labios.

Sonido reconocible

Para los que no sean muy fans del grupo tal vez un concierto completo pueda resultar aburrido. La banda tiene la virtud de haber sabido construir un sonido propio y reconocible, pero a veces da la impresión de que los temas se parecen demasiado. De todas formas han encontrado recursos para elevar el tono cuando resulta necesario. El solo de batería protagonizado por Alex El animal fue uno de esos momentos que rompen la monotonía. Su habilidad para hacer malabarismos con los palos y tocar al mismo tiempo fue muy celebrada. Fher regaló los oídos al público en varias ocasiones alabando la capacidad pulmonar de los gallegos y acabó por reconocer que el concierto estaba resultando el mejor de la gira. Son detalles que los seguidores siempre aprecian, como la versión rockera de la inmortal El rey.

El auditorio del Monte do Gozo no vivió esta vez los problemas de sonido que arruinaron hace tres años el concierto de Red Hot Chili Peppers. Pero volvió a abrirse el debate sobre su idoneidad para acoger grandes recitales. Los montículos de tierra en los caminos interiores del recinto daban fe de los trabajos de desbroce que se realizaron en los días previos al concierto y dificultaron los desplazamientos.

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