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Detenido un militar serbio acusado de crímenes de guerra en Kosovo en 1998

Isabel Ferrer

Después de un año de silencio administrativo, la colaboración del nuevo Gobierno serbio con la justicia internacional ha dado un nuevo fruto. Ayer fue detenido en Montenegro el antiguo general de policía Vlastimir Djordjevic, acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad por el asesinato de civiles albaneses en la provincia serbia de Kosovo entre 1998 y 1999. Según el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), ordenó a sus agentes acabar con las guerrillas separatistas albanesas. En el choque murieron unos 10.000 civiles y 800.000 más perdieron su hogar. Su suerte provocó los bombardeos de la OTAN y la propia ONU se hizo después cargo de la administración de Kosovo, de la que hoy se discute la independencia. Belgrado la rechaza por considerar la zona "cuna de la nación serbia".

Acusado formalmente por el TPIY en 2003, el hecho de que el arresto de Djordjevic se produjera en la villa costera de Budva en una operación conjunta de la policía montenegrina y serbia, habrá complacido, sin duda, a la fiscal Carla del Ponte. Hasta ahora se creía que Djordjevic estaba oculto en Rusia -Moscú rechaza la independencia de Kosovo-, pero la policía asegura que estuvo trabajando en Budva en las últimas semanas. La jurista tiene previsto informar hoy al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acerca de la cooperación de Belgrado en la detención de criminales de guerra de los Balcanes.

Será su última visita de esta índole a la ONU antes de que concluya su mandato al frente de la fiscalía del TPIY en septiembre. Poco dada a los cumplidos, desde la detención en mayo pasado de Zdravko Tolimir, otro de sus fugitivos serbios de cabecera, Del Ponte se ha mostrado favorable a que la UE abra con Serbia las negociaciones para una posible asociación, paso previo a la adhesión.

Djordjevic, que estaba ayer "de camino a la cárcel de la ONU en Holanda", según portavoces del TPIY, es uno de los cinco últimos nombres de la principal lista de Del Ponte. Ya sólo quedan los líderes político y militar serbobosnios Ratko Mladic y Radovan Karadzic, respectivamente, acusados de genocidio por la matanza de Srebrenica. Los otros dos fugitivos son el político serbocroata Goran Hadzic, imputado por deportar y asesinar a ciudadanos croatas de la ciudad de Vukovar, y el ex general Stojan Zupljani.

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