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Reportaje:

McPollo a la gallega

La coruñesa Saprogal alimenta los caballos del Ejército y los pollos de McDonalds

El día menos pensado, la caja del McPollo llevará colgando una etiqueta de Galicia Calidade. La empresa Saprogal, que nació en San Pedro de Nós en 1965, ganó el concurso para alimentar las 50.000 aves de la granja de Castilla-La Mancha que cría para la multinacional americana. Desde entonces, el pienso gallego, transformado en pollo, va a parar sin remedio al estómago de todos los españoles aficionados a la comida urgente.

Urgente, o rápida, que no es lo mismo que basura, según se apresuran a defender desde la marca gallega. Es más, los pollos de Mc Donalds que engorda Saprogal son de ésos que en el sector de la alimentación se conocen como "no OGM". Es decir, se trata de organismos que no están genéticamente modificados.

Además, la firma coruñesa garantiza que sus piensos están compuestos únicamente por "cereales como el maíz, el trigo y la cebada, fibra alimentaria, minerales, proteínas, grasas e hidratos de carbono vegetales, vitaminas y oligoelementos". Los pollos de McDonalds tienen prohibida la carne y llevan una dieta netamente vegetariana. Por eso comen Saprogal, porque ningún ingrediente de los compuestos de esta casa es de origen animal.

De esta manera, McDonalds galleguiza todavía más esa mercancía genuinamente americana que despacha. Porque a los pollos galaico-manchegos hay que sumar las patatas fritas, que son de A Limia, y los recipientes de cartón rojo y amarillo en los que éstas se presentan, que se imprimen y troquelan en la empresa Grafinsa de Vigo.

Pero los piensos de Saprogal -que en sus 11 plantas de España y Portugal produce al año un millón de toneladas de alimento seco para ganado y animales de compañía, por cuya venta obtiene 230 millones de euros- también engordan las aves que se venden en la sección de cárnicos de los establecimientos Carrefour y Ahorra Más. Y, antes de pasar a hablar de otro animal, en la localidad vallisoletana de Olmedo, una granja de pollos alimentados por Saprogal produce 2.500 docenas diarias de huevos no OGM.

También a través de un concurso, la marca se hizo con un contrato para proporcionar la pitanza a los 16.000 cerdos que cría Mercadona y cerró otro acuerdo con la casa Agroibéricos de Raza, el primer productor español de carne fresca de porcino ibérico, que llega a todas las superficies comerciales bajo el sello De Raza.

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Claro que el negocio de la firma, la primera en abastecimiento a ganaderos independientes y una de las tres primeras en facturación, se extiende mucho más allá del mundo de las granjas intensivas y la ganadería destinada a la producción cárnica. Toreros como el Fendi, el Niño de la Capea, José Galán, Joselito o Paco Camino satisfacen el apetito de las reses y los caballos que crían en sus cortijos con piensos de la marca gallega, igual que hacen con sus astados las ganaderías de Antonio Gadira y Cebada-Gago.

Desde hace 16 años, el grupo Saprogal, -con plantas de producción en San Pedro de Nós (Oleiros), O Porriño, Oviedo, Benavente, Aranda del Duero, Alcalá de Henares, Talavera de la Reina, Úbeda, Silla (Valencia), Cartaxo (Santarém) y Trofa (Oporto)- alimenta además a la yeguada militar, los potros y los sementales del Ejército repartidos por todo el territorio. Igual que hizo, durante unos años, con los caballos de la Guardia Real.

Con estos últimos cuadrúpedos en su cartera de pedidos, el prestigio de Saprogal se disparó entre los aficionados a la equitación. La empresa reconoce que, ahora, entre sus clientes se encuentran "varios personajes conocidos", pero no da nombres "por cautela". Porque a muchos famosos no les gusta que se sepa que crían caballos. Baste con decir que uno de ellos es un sonadísimo cantante hijo de una actriz italiana y de un renombrado torero.

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