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Reportaje:

Centelles, la memoria visual del siglo XX

Octubre recorre mediante 200 imágenes la obra del gran fotoperiodista de la Guerra Civil

Ferran Bono

Derrotado, el republicano Agustí Centelles (1909-1985) emprendió el camino del exilio cargado con miles de negativos de su Leica. No lo hizo por consideraciones artísticas, sino para evitar represalias del ejército franquista a los protagonistas de sus imágenes. Se salvó así uno de los mayores legados gráficos del horror de la Guerra Civil, en particular del frente en Cataluña. Se incluyen fotografías inmortales que forman parte de las 200 imágenes de la exposición que ayer se inauguró en Octubre Centre de Cultura Contemporània dedicada al gran fotoperiodista del siglo XX.

Centelles. Les vides d'un fotògraf. 1909-1985 incluye también los trabajos industriales y del mundo de la moda con los que el fotógrafo nacido en el Grao de Valencia, pero radicado en Barcelona a los pocos meses, se ganó la vida después de la contienda.

Pero las famosas imágenes de la contienda y de los campos de concentración franceses acaparan de inmediato la atención del visitante a la muestra que se puede ver hasta el 31 de agosto.

No en vano, Centelles está considerado "el más importante fotoperiodista español" y de ahí que fuera conocido como "el Robert Kapa español", recordó ayer Iván de la Nuez, director de Exposiciones de l'Institut de Cultura-Palau de la Virreina de Barcelona, donde se exhibió la exposición anteriormente con gran éxito de público y crítica.

El hijo de Agustí Centelles, el también fotógrafo Sergi Centelles (que estuvo acompañado por su hermano Octavi), subrayó que la muestra "resume 21 años de esfuerzo hasta poder conseguir una exposición que fuera lo suficientemente importante para dar a conocer definitivamente el nombre de Agustí Centelles".

La trayectoria de su padre "sonó mucho durante la República, pero luego por cuestiones del exilio se fue diluyendo su memoria y sólo quedaba como icono la foto de los guardias de asalto que disparan parapetados tras los caballos muertos y un guardia de asalto en una esquina que es lo que se publicaba en los libros".

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La muestra "renueva" la vigencia de la obra de su padre, porque "pretende dar a conocer la vida del fotógrafo". Si bien "gran parte de su producción fueron los tres años de la Guerra Civil y por eso hay tanta cantidad de fotografías de guerra, las hay también de deportes, de hechos sociales y de costumbrismo".

El editor y responsable de Octubre, Eliseu Climent, lamentó que la figura no sea suficientemente conocida en su tierra natal, y criticó el escaso eco institucional que ha despertado pese a ser uno de los grandes fotógrafos de la Guerra Civil y del exilio republicano.

En 1984, la Unió de Periodistes del País Valencià le rindió un homenaje coincidiendo con la entrega de los premios libertad de expresión, y le fue otorgado el Premio Nacional de Artes Plásticas.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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