Los 'Cuidados' de Sophie Calle, una historia de ruptura
Uno de los espectáculos que se pudieron ver ayer en Venecia - en donde está claro que el grand tour artístico que componen Venecia, Basilea, Kassel y Muster ha empezado con fuerza; el lleno era completo- fue la aparición estelar de la artista francesa Sophie Calle (París, 1953) frente al pabellón de su país, contestando a las preguntas de los periodistas bajo un aguacero impresionante.
Un ayudante la protegía con un paraguas (los reporteros desprevenidos se mojaron todos), mientras Calle, vestida con gabardina plastificada con estampado animal, contestaba inmutable a las preguntas como el personaje de estrella de cine que, porqué no, seguro que podría interpretar.
La instalación que presenta lleva por titulo Prenez soin de vouz (Cuídate) y es una complicada historia, como siempre literaria (el libro, que ya ha aparecido, gira alrededor de una carta de rupturas de una relación, un e-mail que recibió, dice la artista, y que finalizaba con la frase del título). La carta, larga y llena de tópicas excusas, ha sido reinterpretada por 107 mujeres a las que Calle les ha pedido que analicen la misiva en función de sus conocimientos y profesión.
Todo tipo de mujeres
Lo explica así al inicio de la muestra: "Me he tomado la recomendación al pie de la letra". Se trataba, dice, de que ellas hablaran en su lugar. Entre esas mujeres, las había de todas las profesiones: contables, juezas, sexólogas, actrices, filólogas, maestras de ikebana, cantantes, policías, psicoanalistas, payasas e incluso una bailarina de Buarata Natyam.
La artista las fotografía o firma y exhibe también sus comentarios y trabajos que ocupan todas las paredes del pabellón francés.
"La carta es una historia banal, todo el mundo ha recibido una carta así alguna vez, lo interesante son las interpretaciones de las diferentes mujeres", explicó ayer la artista francesa en Venecia. "Yo no tengo una interpretación propia, sino que mi respuesta a la carta sería el conjunto de lo que dicen todas las demás".
Para complicar aún más la historia, el comisario de la exposición es el artista Daniel Buren. Aquí sí que ya se riza el rizo. Se supone que Buren, que también representó a Francia en 1996 en el mismo pabellón, fue elegido a través de un anuncio que puso la artista en la prensa para buscar comisario para su participación en Venecia. Buren lo vio, se presentó y resultó escogido.
