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Una empresa controlará la contaminación en Córdoba con 80.000 abejas centinelas

Los insectos traerán las muestras de la atmófera impregnadas en sus cuerpos

Manuel Planelles

Un ejército de abejas se encargará de vigilar la contaminación atmosférica en Córdoba. El Ayuntamiento y la empresa Apoidea han firmado un convenio por el que se instalarán cuatro estaciones de control en la ciudad. En cada instalación habrá dos colmenas, con 40.000 abejas cada una. La cuarta parte de la población de estos panales es pecoreadora, abejas que salen todos los días de la colmena a recolectar el polen". Según José Antonio Ruiz, el veterinario promotor de Apoidea, se trata de 80.000 "centinelas del medio ambiente".

Porque esas abejas pecoreadoras, cuando salen en busca del polen, llevan de vuelta a casa una pequeña radiografía de la atmósfera. Y, como no, su cuerpo (recubierto de pequeños pelillos) también se impregna de las sustancias contaminantes del aire.

Gracias a esta iniciativa pionera se podrán analizar las concentraciones en el aire de metales pesados y de pesticidas. "La idea de futuro es poder colgar en Internet un mapa de bioseguridad al que puedan acceder las empresas interesadas", detalla Ruiz.

Pero ése será el futuro de la empresa. El presente arranca con el convenio firmado con el Ayuntamiento. Cuando dentro de unas semanas se instalen las colmenas -Ruiz no quiere detallar el lugar exacto para evitar que puedan surgir reticencias de algunos vecinos- comenzará el trabajo. "Se recogerán muestras de las estaciones cada semana o 15 días, dependiendo de si buscamos metales pesados o pesticidas". Esas muestras, según indica el promotor de la idea, se congelarán y se enviarán a la Universidad de Bolonia (Italia) para su análisis. El primer informe que elaborarán saldrá a la luz dentro de unos tres meses.

Ruiz advierte que esta metodología no pretende suplantar a los indicadores físico-químicos actuales. En Córdoba existen dos estaciones de este tipo. "Se trata de complementar, por ejemplo, viendo el efecto que tiene la contaminación en los seres vivos", apunta Ruiz.

El uso de las abejas como indicadores del grado de contaminación atmosférica comenzó a investigarse en los años treinta del siglo pasado. Normalmente, según afirma el promotor de Apoidea, se han utilizado para investigaciones puntuales sobre pesticidas. Pero es la primera vez que se aplicarán sistemáticamente en una urbe española para controlar los niveles de polución.

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"Córdoba es la segunda ciudad andaluza con más contaminación urbana debido a sus condiciones geográficas", señala Ruiz. Al estar enclavada en una depresión del valle del Guadalquivir los metales pesados, expulsados a la atmósfera por las industrias, se quedan estancados. Además, la ciudad "tiene una gran área de influencia agraria" que provoca que también se detecte la presencia de pesticidas. Gracias a las cuatro estaciones que se instalarán las abejas rastrearán diariamente una superficie de unos 28 kilómetros cuadrados, casi la totalidad del término municipal de Córdoba.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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