Tres pasos muy sanos

Detrás de la esquina o en el más exótico de los destinos. Para hacer frente a un simple resfriado o a la fiebre tifoidea, saber cuándo vacunarse o dónde acudir. El Ministerio de Sanidad (901 40 01 00; www.msc.es) y la guía Viajar Sano (www.viajarsano.com), avalada por la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional, ofrecen consejos para disfrutar de las vacaciones sin miedo a las enfermedades.

1 ANTES DE SALIR

Aquello de "se me ha olvidado" no vale. Los aspectos sanitarios del viaje se tienen que programar, por lo menos, con un mes de antelación. El tiempo medio necesario para que una vacuna sea eficaz es de entre 10 y 14 días. En algunos casos, además, hay que someter al viajero a un calendario vacunal: para la hepatitis B, por ejemplo, se recomiendan dos dosis administradas a lo largo de seis semanas. Si se viaja a países como Kenia, Perú o la India, hay que dirigirse a uno de los 53 centros de vacunación internacional abiertos en todas las comunidades autónomas.

La vacunación contra la fiebre amarilla es vivamente recomendada, aunque no obligatoria si se procede de España, para entrar en algunos países subtropicales como Brasil, Tailandia y Namibia; sin embargo, los expertos aconsejan la prevención también, en algunos casos, contra el cólera, el tétanos, la meningitis, las hepatitis A y B, la fiebre tifoidea, la poliomielitis o la rabia. En cualquier caso, siempre es mejor consultar el informe sobre riesgos sanitarios y vacunas requeridas para cada país que la Organización Mundial de la Salud (www.who.int) publica anualmente en su página web.

Es un error pensar que las medidas sanitarias requeridas para un grupo de viajeros valgan para todos. La respuesta de cada uno es distinta, por lo que es recomendable acudir al médico. "Lo ideal es personalizar los consejos. Por ejemplo, no todo el mundo tolera igual los medicamentos", apunta Juan Cuadros, médico del servicio de microbiología y parasitología del hospital de Alcalá de Henares.

Tampoco está de más llevar un botiquín que contenga algunos artículos de primeros auxilios (antiséptico para heridas, repelente de insectos, analgésicos...) y tramitar un seguro médico. La tarjeta sanitaria europea -se solicita en los centros provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social- garantiza a los ciudadanos asistencia gratuita en la Unión Europea. Los países de América Latina tienen acuerdos recíprocos de asistencia con España, mientras que para otros destinos es obligatorio contratar un seguro que, además de enfermedades, cubra accidentes y repatriación. Los viajes a países considerados de alto riesgo (por ejemplo, Líbano), o que incluyen actividades supuestamente peligrosas como buceo, esquí y deportes de montaña, requieren seguros especiales.

2 RECOMENDACIONES

La diarrea es la enfermedad más frecuente en los viajes internacionales, según cálculos del Ministerio de Sanidad. Para evitarla hay que seguir algunas pautas. La primera regla de oro consiste en no ingerir verduras crudas. Las hortalizas frescas han de sumergirse durante media hora en agua con una o dos gotas de hipoclorito sódico (lejía apta para el consumo humano) por cada litro. Carnes y pescados se tienen que consumir cocinados, no hay que ingerir moluscos crudos, ni leche o sus derivados sin higienizar. El agua es uno de los principales transmisores de enfermedades infecciosas, así que es recomendable beber sólo agua embotellada y no admitir cubitos de hielo. En general, ofrecen más garantías los refrescos embotellados y las bebidas calientes, como té o café, por su alta temperatura.

3 A LA VUELTA

Algunas enfermedades tropicales, como la malaria, se pueden manifestar meses después de haberlas contraído, por lo que hay que informar al médico de cabecera de los viajes realizados en el último año. En España existen 10 unidades asistenciales especializadas en salud internacional