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Un título común para extranjeros

Se exigirá un profesorado que al menos cuente con licenciatura en Filología

Carles Geli

Profesorado, como mínimo, licenciado en filología; tanta importancia a la enseñanza oral como a la escrita y exámenes con parte de los requisitos comunes para reforzar que su validez sea reconocida de manera universal. Sobre premisas de ese calado, un centenar de universidades de Latinoamérica y España, auspiciadas por el Instituto Cervantes, han decidido adoptar un mismo sistema de criterios y evaluación para conceder diplomas de estudio del español para no hispanohablantes. Bautizado como Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera (SICELE), el método equivaldrá a lo que para el inglés es el famoso Toefl, que es el que las universidades del ámbito anglosajón exigen a los extranjeros para ingresar en sus centros. La adopción de este sistema -firmado el pasado sábado en Medellín, con la presencia de los Reyes de España y el presidente de Colombia, y que cerró las actividades alrededor de la lengua española que tuvieron lugar en esa ciudad la semana pasada- se convierte en un excelente espaldarazo para el IV Congreso Internacional de la Lengua Española, que arranca esta misma mañana en Cartagena de Indias.

"El español va camino de ser la segunda lengua de comunicación del mundo y hay que prepararla para ello", argumenta César Antonio Molina, director del Cervantes, para implantar el SICELE. "Todos enseñábamos español sin unos requisitos mínimos", admite Virgilio Zapatero, rector de la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudian castellano 5.000 alumnos extranjeros. "Esto hay que tomárselo en serio por razones económicas, políticas e institucionales obvias: son cosas así las que tejen una comunidad política de verdad", razona.

Por las normas generales adoptadas por los rectores, que podrían arrancar en algunas universidades este mismo verano, parece que así será. Entre la normativa estará la de exigir un profesorado cualificado como mínimo con la licenciatura de filología. Un comité ejecutivo será el encargado de visitar, evaluar y asegurarse de que los centros cumplan los requisitos, entre los que están que se exija la misma importancia a las pruebas orales que a las escritas. El contenido de estas últimas deberá ser en un 90% común en todos los centros. Asimismo, las universidades deberán pasar sus modelos de estudio al mismo comité. En un futuro no se descarta que los libros y manuales tuvieran que pasar por un control similar.

"Era también un caso de responsabilidad: si no lo hubiéramos hecho nosotros, lo hubieran acabado haciendo otros, como ya ocurre con la música en EE UU con los Grammy", ejemplifica Ángel Gabilondo, rector de la Universidad Autónoma de Madrid. Las principales universidades del ámbito hispano han suscrito el certificado del SICELE, excepto las de Guinea y Filipinas. En una segunda fase se intentará involucrar a las de EE UU y Brasil, país este último que desde hace dos años ha introducido la obligatoriedad del castellano en la enseñanza media como materia optativa. La importancia política, económica y cultural de esta decisión, así como la propia enseñanza del español como lengua extranjera y su certificación, son los ejes de sendos paneles incluidos en el Congreso Internacional de la Lengua.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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