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Arranca el alquiler de bicicletas municipales con 350 usuarios en Barcelona

El 'bicing' pretende consolidarse como un nuevo transporte público en la ciudad

Las 200 bicicletas dispuestas ayer por el Ayuntamiento para alquiler no tuvieron demasiados pretendientes. Aunque, eso sí, atrajeron una enorme expectación. La primera fase de este servicio arrancó con 14 estaciones, de las 200 que se instalarán en toda la ciudad durante 2007. Cerca de 350 ciudadanos se habían dado de alta en el servicio, que nace con la vocación de convertirse en complemento y alternativa al metro y autobús.

"La idea es buena, pero son un poco horteras". Las bicicletas rojas y blancas alineadas en las 14 estaciones ubicadas en los alrededores del parque de la Ciutadella, Arc de Triomf y paseo de Sant Joan concitaron todo tipo de opiniones entre la ciudadanía. Ante la novedad, sorpresa y desconfianza: "¿Y esto cuánto cuesta?", preguntaron ayer centenares de curiosos a un joven apostado en Arc de Triomf que realizaba tareas de información. "No ha parado de venir gente preguntando. Pero sólo 15 personas se han llevado una bici", relató.

El nuevo sistema de transporte público -bicing- funciona con abonos personales que pueden tramitarse a través de la página www.bicing.com o acudiendo al Ayuntamiento. El abono semanal cuesta un euro y el anual, 24. La idea es que el ciudadano haga uso de la bici en tramos de media hora de duración. Pasado ese tiempo, habrá que pagar un recargo de 30 céntimos cada media hora hasta un máximo de dos horas. "Hay que entender que este sistema no es para dar paseos por la ciudad. Está pensado para ir al trabajo, a comprar o hacer cualquier gestión", señaló una portavoz municipal.

El bicing ha nacido rodeado de mucha curiosidad, pero en su primer día ya ha registrado algunas quejas: "Las bicicletas no tienen sillín para niños", se quejó un padre en el paseo Pujades. "Atenta contra el paisaje de la ciudad", dijo un señor mayor en Arc de Triomf. "En París el servicio también es para turistas", lamentaron dos franceses sin ocultar un punto de arrogancia en su expresión.

Con la targeta de abono en la mano, el usuario podrá recoger o entregar su bicicleta en cualquiera de las estaciones municipales situadas estratégicamente cerca de las salidas de metro, tren y en los alrededores de aparcamientos y lugares de interés especial. La implantación se realizará por fases y a finales de año Barcelona contará con 200 estaciones y 3.000 bicicletas.

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