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El juez acuerda la apertura de juicio oral contra el arzobispo de Granada

El fiscal volverá a pedir la absolución del prelado

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, tendrá que sentarse en el banquillo para responder de las acusaciones de coacciones, acoso moral, lesiones, injurias y calumnias de las que le acusa un sacerdote. Así lo ha acordado el titular de Juzgado de Instrucción 1 de Granada, quien ha propuesto que declaren como testigos el querellante y el anterior arzobispo de Granada y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares.

El Juzgado de Instrucción 1 de Granada ha acordado la apertura de juicio oral contra el arzobispo por la posible comisión de un delito de calumnias o, de forma alternativa, uno de injurias, tres delitos de coacciones, uno de lesiones psicológicas y uno de integridad moral. El magistrado ha decidio sentar al prelado en el banquillo tras escuchar en el Juzgado su versión y la del querellante, el ex archivero de la Catedral Javier Martínez.

El juez ha seguido adelante con el proceso a pesar de que el fical pidió el pasado mes de junio que se archivara el caso al entender que el arzobispo "no puede ser considerado autor" de los delitos que se le imputan. El magistrado consideró que no procedía de momento el archivo y llamó a declarar a siete testigos. El juez ha trasladado su nuevo auto a la Ministerio Público para que presente su escrito de acusación y fuentes de la Fiscalía ya adelantaron ayer que éste se haga público previsiblemente hoy y que de nuevo será absolutorio.

En el auto de apertura de juicio oral el juez acuerda tambiénresolver sobre las peticiones formuladas por la acusación particular, que propone un examen del acusado, una pericial psicológica del Instituto de Medicina Legal y que testifiquen, entre otros, el sacerdote querellante, Francisco Javier Martínez Medina, el cardenal y ex arzobispo de Granada Antonio Cañizares Llovera (actual arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal), y el ex presidente de la Diputación de Granada José Rodríguez Tabasco.

El sacerdote, que pide una multa para el arzobispo por los delitos de los que le acusa, se querelló contra éste después de que en febrero del año pasado acabara sin avenencia el acto de conciliación el que estaba llamado a participar el prelado tras ser demandado. Las injurias y calumnias de las que el sacerdote acusa al arzobispo fueron supuestamente vertidas por el prelado en una carta en la que le acusaba de una apropiación indebida relacionada con su trabajo de archivero y de quedarse con los derechos de propiedad intelectual de un libro sobre la Catedral de Granada que el arzobispo ordenó paralizar.

Poco después de que el sacerdote se querellara contra el prelado, éste le destituyó de todos sus cargos. En su primera declaración ante el juez, el pasado mes de junio, el arzobispo negó los hechos y sostuvo que su intención al inhabilitar a Martínez Medina no era "dañar" al sacerdote sino "gobernar la diócesis".

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