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Camps dice que cerró 2006 con superávit pero pide créditos para construir colegios

Una oposición incrédula recibe la noticia de que el año acabó con 500 millones de más

María Fabra

El presidente Francisco Camps, recién aterrizado en Burriana desde Luxemburgo, donde pidió un crédito de 250 millones para construir colegios, aseguró ante el pleno de las Cortes Valencianas que las cuentas están tan bien que 2006 se cerrará con un superávit de 500 millones de euros. El jefe del Consell indicó, ante la incredulidad de la oposición, que esta liquidación presupuestaria servirá para cumplir dos años antes de lo previsto el plan de estabilidad impuesto por el Gobierno central para atajar el grave endeudamiento de la Generalitat.

El PSPV insinúa que se han maquillado las cifras en vísperas de la convocatoria electoral

La liquidación presupuestaria correspondiente al ejercicio de 2006 será aprobada hoy formalmente en la reunión del Gobierno valenciano. Una reunión tras la cual el consejero de Economía, Gerardo Camps, dará cuenta de los detalles contables referidos al ejercicio citado.

Sin embargo, el discurso optimista del Consell fue inmediatamente respondido por la portavoz socialista, Cristina Moreno, quien recordó que el consejero de Economía ya trató de colar en 2003 un presupuesto liquidado de cuatro millones de déficit que finalmente se convirtieron en 700 millones de euros. Unas cuentas que fueron, precisamente, las que llevaron a la elaboración del Plan de Estabilidad conveniado con el Gobierno, debido a la importante deuda que arrastraba la Generalitat.

Moreno aseguró que el anuncio del presidente Camps es un "engaño masivo", término que minutos antes había utilizado el líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, para referirse al "panorama idílico" que describió Camps durante la sesión de control.

Según Francisco Camps, los datos aportados significan que "estamos haciendo muy bien las cosas, lo que nos ha permitido reducir impuestos e invertir más". Para Moreno, sin embargo, no ha habido buena gestión y se trata de "un engaño masivo porque no es cierto y porque se hubiera visto a lo largo de la ejecución presupuestaria".

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La portavoz socialista reconoció que el plan de estabilidad financiera se cumplirá pero gracias a la centrifugación de la deuda de la Generalitat a las sociedades públicas, que ha ido creando el propio Consell y cuyos números rojos no se contabilizan en las cuentas generales. Moreno advirtió de que el Consell tampoco contabiliza las facturas que se encuentran "en cajones" y que no se pagan, con lo que tampoco acumulan deuda.

El presidente de la Generalitat acudió ayer a la iglesia de El Salvador de Burriana, que acogió el pleno itinerante de las Cortes Valencianas. Allí calificó la gestión económica del Consell de "ejemplar y con resultados muy buenos". Camps en respuesta a la pregunta de su propio partido señaló que, con el fin de cumplir el plan de estabilidad "se ha realizado un esfuerzo encaminado a cumplirlo sin dejar de incrementar las inversiones, que se han multiplicado por mucho".

Durante la sesión de control, Camps respondió a la pregunta del portavoz de EU-L'Entesa, Joan Ribó, sobre la crisis citrícola. El jefe del Consell explicó que con el superávit logrado ha "puesto en marcha una campaña de urgencia" presupuestada en cerca de 50 millones de euros en defensa del sector. Además, afirmó que el Consell está trabajando para demandar "al Gobierno de España una negociación de la OCM que sea mucho mejor" para el sector.

Barracones y protestas

El presidente Camps fue interpelado ayer sobre el sistema educativo por el portavoz del PSPV, Joan Ignasi Pla, quien recriminó al jefe del Consell su "autosatisfacción" pese al estado de la educación pública, que describió como un panorama con 18.000 alumnos en barracones, con "las peores condiciones" para la integración del alumnado inmigrante y una ratio de 25 alumnos por aula en infantil. Camps defendió su gestión y aseguró que, con el mismo número de alumnos que en 1995, hay actualmente un total de 15.000 profesores más. El jefe del Consell indicó además que en los años del gobierno popular se han construido 440 colegios.

A su salida de la iglesia de El Salvador de Burriana, donde se celebró la sesión de las Cortes, Camps se dio de bruces con un grupo de madres de alumnos del colegio número 5 de la localidad que ofrece las clases en barracones, carece de agua potable, columpios, sombras y libros en la biblioteca. Camps se comprometió a que el centro cuente de "inmediato" con "un columpio, un sombraje y agua", mientras se redacta el proyecto de remodelación.

El presidente del Consell hizo referencia a la escolarización de "todos los niños que han venido de otros lugares", ya que entre las madres había varias inmigrantes contra las que vociferó un vecino.

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