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Entrevista:EUSEBIO SACRISTÁN | Segundo entrenador del Barcelona | Fútbol | 20ª jornada de Liga

"Necesitamos recuperar la intensidad"

Carlos Arribas

El vino que Eusebio Sacristán (La Seca, Valladolid; 1964) elabora en Toro (Zamora), vino alto de gama, enólogo francés, viñas de producción escasa, se llama Quinta Quietud, un sustantivo que, aunque lo eligieron los antiguos propietarios, le viene como anillo al dedo a aquél a quien Johan Cruyff elegía para marcar el pulso subterráneo de los partidos cuando el dream team y al segundo entrenador que Frank Rijkaard quiere a su lado en el banquillo para que le ayude a analizar lo que pasa en el campo. "A mí siempre se me ha dado muy bien ver el fútbol, interpretar lo que pasa, saber manejarlo. Cruyff lo sabía y Frank también. Y los dos lo han valorado mucho", dice Eusebio, a quien le encanta actuar desde la sombra.

"Más que físicas, creo que las causas de nuestra racha actual son psicológicas. Hay otros factores que influyen y que hacen que parezca que uno corre menos"
"Esta plantilla aún tiene recorrido y Rijkaard quiere vivir esta época. Él se mueve por sensaciones y sentimientos. No hay que temer que no quiera seguir"

Pregunta. ¿Qué le duele al Bar-ça?

Respuesta. Los equipos pasan por momentos mejores y peores, pero, más que físicas, creo que las causas de nuestra racha actual son psicológicas. Lo fácil es siempre achacarlo a la forma física, pero hay otros factores que influyen y que hacen que parezca que uno corre menos o hace menos trabajo.

P. El único motivo que se me ocurre que haya podido conducir a una baja psicológica es la derrota en el Mundial de clubes, un torneo que también, cuando se perdió en tiempos de Cruyff, provocó una buena resaca en el dream team.

R. No recuerdo bien aquella situación, lo que vino después, pero sí que es verdad que esta temporada ha sido el momento..., el momento de mayor desilusión hasta ahora. Estábamos todos muy ilusionados con este título y, al final, fue un palo no conseguirlo. Pero, bueno, seguimos con posibilidades en las tres competiciones más importantes.

P. Entonces, ¿de dónde puede venir el cansancio psicológico? ¿De llevar ya casi tres temporadas como referencia del juego mundial? ¿De la obligación de no sólo ganar títulos, sino responder también a las expectativas, a tantos eslóganes que se le pegan, el jogo bonito, el tiquitaca...?

R, Claro, hemos puesto el listón muy alto y ahora, cuando, por lo que sea, no llegamos a ese nivel, parece que fallamos. Pero, si analizamos los resultados del equipo, han sido similares a los de la temporada pasada y, sin embargo, quizás ha habido algún momento en que no hemos mostrado la brillantez que ha lucido en otras ocasiones. Pero también es sólo un momento de la temporada. Si la comparamos con otras, veremos que también hemos podido tener momentos así, de racha de resultados o juego no demasiado buenos. Lo que pasa es que, como al final los resultados acababan siendo buenos, todo eso quedaba olvidado.

P. ¿No pasa nada, entonces?

R. No hay que dramatizar, por lo menos. Hay que analizar, sí, por qué hay momentos en que se pierde un poco la atención, se bajan los brazos, no hay la misma intensidad... Y nosotros necesitamos una intensidad máxima para hacer nuestro juego: presión, ritmo alto, velocidad de balón...

P. Viendo sus partidos, se nota además que todos los equipos han aprendido a jugarles y que, si el Barça no está al 100%, les cazan en todas, como se vio con el Espanyol.

R. Está claro que sí, que todos los equipos nos analizan mucho, nos estudian y buscan cómo contrarrestar nuestro juego. Contamos con ello, pero creo que es más cuestión de la intensidad de nuestro juego que de soluciones para superar los inconvenientes del rival. Tenemos argumentos suficientes no sólo en cuanto a jugadores, sino en cuanto a variantes tácticas, para superar estos inconvenientes. Pero lo que marca la diferencia es la intensidad y el orden a la hora de ejecutar esas variantes. Y, además, con las lesiones, hemos visto reducido el número de variantes.

P. ¿Le da la impresión de que el Barça ha acabado haciendo una caricatura de su juego, manteniendo sólo los rasgos accesorios, toquecitos, regatitos..., y olvidando los fundamentos, velocidad, abrir el campo, llegadas sorpresa?

R. Ha habido momentos puntuales en que estábamos lejos de lo que es nuestro juego. Contra el Espanyol fuimos cayendo durante el partido hasta un punto en que era difícil identificar nuestro estilo.

P. La integración de un crack como Ronaldinho en un esquema de juego colectivo es una muestra del compromiso de la plantilla con el estilo del Barça, pero, aparte de este compromiso individual, ¿de qué otra forma se puede motivar a los jugadores para recuperarlos?

R. Estamos convencidos de que tenemos un grupo con ganas de seguir consiguiendo cosas importantes. Esto hace que su compromiso siga siendo grande. Tratamos de que sientan que todos son importantes. Unos por su calidad, otros por su entrega, otros por su trabajo, otros por su compromiso... Hemos hecho ver a todos que la fuerza está en el grupo, independientemente de que la calidad de alguno sea determinante en muchos partidos. Y siempre han entendido que para que esta calidad aparezca hace falta el trabajo de los demás.

P. ¿En este esquema entra la recuperación de Saviola, uno que se había sentido marginado?

R. Esto es una prueba más de que para nosotros todos son importantes. Desde que su situación se aclaró en la pretemporada y decidió seguir aquí, Saviola es una posibilidad más que aprovechar. Así se le ha tratado. Su comportamiento ha sido bueno y su espíritu muy positivo. Así, no ha decaído pese a pasar por una situación nada agradable. Ha trabajado con una actitud muy buena y ha aprovechado las oportunidades.

P. ¿Y cuando vuelvan Messi y Eto'o?

R. No pensamos en estas cosas. Pensamos en el día a día, en la situación actual, que es que Javier pasa por un momento dulce y hay que aprovecharlo. Cuando haya más jugadores, veremos el momento de cada uno. Todo lo que puede pasar será bueno para un entrenador: más competencia, más jugadores en buena forma...

P. Esta Liga, por lo que se aprecia, cada vez parece más italiana: partidos más cerrados, resultados de pocos goles, más miedo, más rigidez táctica. ¿El juego del Barça tiene capacidad para sobrevivir en esta selva? ¿No necesita el Barça aprender a ganar sin necesidad de ir siempre en quinta velocidad?

R. Otras temporadas lo hemos logrado. Ahora mismo, no tenemos la velocidad que el equipo necesita para ser brillante. Así que necesitamos mayor dosis de solidez, de consistencia, para renunciar un poco a la brillantez y ser más prácticos. Pero siempre tenemos que pensar que la solidez nos tiene que llevar a recuperar nuestras señas de identidad, que es lo que la afición nos pedirá. Aunque logremos ser un equipo práctico, siempre vamos a chocar con su exigencia. Pero hay momentos en que lo importante son los resultados para lograr una seguridad que te lleve luego a la brillantez.

P. Con la llegada de Johan Neeskens por Ten Cate, ¿ha cambiado su situación en el grupo?

R. Son diferentes. Cada uno dentro del grupo aporta cosas diferentes. Lo nuestro es poner nuestras virtudes al servicio de Frank, que sabe qué le puede dar cada uno y lo aprovecha. Su experiencia como entrenador y su personalidad hacían que Henk estuviese muy pendiente de todo, y su carácter tan fuerte hacía que todo tuviese una dosis grande de tensión e intensidad. Johan es un hombre más relajado, servicial, muy dispuesto a todo, un punto de apoyo muy importante para todos.

P. ¿Se ve como primer entrenador? ¿En el Barça, en otro equipo?

R. No me planteo nada. No vivimos una situación que obligue a deshojar margaritas de futuros hipotéticos. Vivo el presente, que es bueno, satisfactorio. gratificante. Lo único que me planteo en el día a día es buscar ser cada vez mejor entrenador, formarme más...

P. Usted hace buena pareja con Rijkaard. Si se va, ¿se ve con ganas de empezar a demostrar lo bueno que es, a trabajar la química con el que venga...? Qué pereza, ¿no?

R. Claro, claro, pero es una situación hipotética. Y, además, mi idea es que Frank está aquí muy a gusto y su idea es continuar en el club mientras siga estando a gusto, seguro. Y al club lo único que le tiene que preocupar es que él se sienta bien. Y entonces no hay problema. Esta plantilla es aún joven, tiene recorrido, y él quiere vivir esta época. Tenemos un primer entrenador que se mueve por sensaciones y sentimientos y, si él está bien y a gusto, no hay que tener miedo de que no quiera seguir.

Eusebio Sacristán.
Eusebio Sacristán.ENRIC FONTCUBERTA

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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