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"No es un problema de racismo sino de delincuencia"

"¡No es un problema de racismo, es un problema de delincuencia!", gritaban ayer varios jóvenes del millar que había concentrado a las puertas del Centro Joven de Alcorcón. Varios policías municipales presentes en la pelea del sábado por la noche afirmaron que entre las dos bandas que se pelearon había "mezcla de todos. Había Latin King con gorras, pañuelos y sus colores distintivos, pero también había muchos que no eran de ninguna banda", explicaron los agentes. "Hubo un momento en que estábamos sobrepasados. La situación era incontrolable y los jóvenes no se echaban atrás aunque viesen un uniforme de policía", agregaron varios agentes.

"Da igual que sean españoles o dominicanos. Lo que no puede ser es que los adolescentes estén todo el día tirados en los parques sin nada que hacer", se quejó un vecino. Varios testigos de la reyerta señalaron que las dos bandas habían quedado expresamente para pegarse el sábado por la noche. Según testigos, junto a los latinoamericanos acudió "gente de Parla y de Madrid capital".

Mientras la policía intentaba controlar anoche a los jóvenes españoles, los latinoamericanos no asomaron por la localidad. Personas mayores formaban corrillos para comentar la situación. "Somos un barrio obrero y si los emigrantes quieren quedarse aquí, que vengan a trabajar", comentó un hombre. Los vecinos explicaron que los problemas ya vienen del pasado verano y que hay latinoamericanos que alquilan las canchas de baloncesto y obligan a pagar a todo aquel que quiere usarla.

Temor a represalias

Los pocos dominicanos que ayer se presentaron en la zona desaparecieron en cuanto comenzó a anochecer. "Yo he nacido en España, pero como soy mulato y tengo el pelo rizado, ayer la policía me cacheó varias veces", explicó un chico de 14 años mientras su madre, dominicana, le regañaba para que se metiese en casa. "Tenemos mucho miedo porque ahora lo van a pagar con nosotros. Ni mi hijo ni yo nos metemos en problemas, pero me parece que vamos a estar varios días sin salir a la calle", añadió esta mujer.

Residentes en el centro de Alcorcón recalcaron que no son racistas, pero que a la vez entienden que la gente joven del municipio hubiese saltado en contra de la delincuencia. "Esto ha reventado ahora, cuando la policía sabe desde hace meses los problemas que tenemos aquí. Pero no hacen nada y al final ha saltado la violencia", relató una vecina.

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Los controles policiales que se efectuaron en varias glorietas de Alcorcón colapsaron el tráfico en toda la zona.

A las nueve de la noche todavía había vecinos asomados a los balcones y expectantes por si se reproducían disturbios. Varios jóvenes españoles explicaron que en su pandilla hay mezcla de todas las nacionalidades y que entre ellos no había habido problemas.

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