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Reportaje:

El agitado día de Joan Saura

Joan Saura, consejero de Participación y Relaciones Institucionales, pero también de Interior, vivió ayer el que probablemente ha sido el día más agitado desde que ocupa el cargo, hace apenas un mes. Y no por los quebraderos de cabeza que le supone la primera cartera, sino porque la segunda le coloca a diario en el ojo del huracán.

Ayer fueron los afiliados a tres sindicatos de los Mossos d'Esquadra quienes se acordaron, una vez más, del líder ecosocialista e iniciaron lo que será una protesta diaria frente a la sede del Departamento de Interior, en el número 69 de la Via Laietana. Apenas eran una decena, pero sus pancartas pidiendo diálogo al consejero eran bien visibles. Un portavoz de Interior explicó que ayer se les remitió una carta en la que se explicaba a los sindicalistas lo que se les ha dicho siempre de viva voz: que se ha de respetar el acuerdo laboral firmado y que Saura no tiene inconveniente en recibirlos.

Los 'okupas' se concentran frente a la sede de Iniciativa e increpan al consejero
"Se ha de cumplir la ley, pero hay que hacerlo de la mejor manera posible", afirma Saura
Tres sindicatos de los Mossos inician una protesta diaria ante la sede del Departamento

Casi al mismo tiempo, otro grupo reducido de ciudadanos se acordaba también de Saura y de ICV, el partido que lidera y cuya sede central está en la calle de la Ciutat, contigua al Palau de la Generalitat. Eran okupas que se concentraron para protestar por el desalojo de Kan Mireia.

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Adelanto del desalojo

La típica grafía del movimiento se refiere a una casa situada en el barrio de La Trinitat y okupada desde hace 10 años. El desalojo estaba previsto para el próximo lunes, pero ayer cambió el guión y el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona autorizó un adelanto al saberse que los okupas se estaban parapetando con hierros y todo tipo de placas metálicas para evitar el desahucio. La fotografía de esta página resulta más que ilustrativa. Fue un desalojo limpio, dicho en argot policial. O sea, pacífico y sin incidentes, porque cuando entraron los Mossos sólo había cuatro okupas y dormían.

El consejero relativizó ayer las críticas que, una vez más, recibió desde el movimiento okupa, que se está mostrando mucho crítico con él que con sus antecesores. Probablemente algo tiene que ver con ello que un ex militante comunista como Saura haya acabado mandando a la policía de Cataluña.

"Los desalojos se están haciendo bien", dijo el titular de Interior. "Tenemos un respeto escrupuloso de la ley, aunque había personas que cuestionaban que la cumpliésemos", precisó. También ironizó sobre las dudas que su nombramiento generó entre el movimiento okupa y añadió que ha dado instrucciones "precisas" para que los desalojos se lleven a cabo "el máximo de bien".

Eso significa que, si es necesario, acudan los servicios sociales del Ayuntamiento, como ocurrió en la calle del Segre, y que se evite ejecutar los desalojos de madrugada para no hacerlos más traumáticos. O ejecutarlos en periodo no escolar, si las casas afectadas están cerca de las escuelas, como sucedió en el caso de la calle del Segre. "Cumpliremos la ley, cuidando los detalles y las cosas. Pero si hay incidentes, actuaremos, como ocurrió en Sabadell", dijo Saura.

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