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Mas renunciará al sueldo como jefe de la oposición pero no a sus prerrogativas

El presidente de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, volverá a renunciar al sueldo que le corresponde como jefe de la oposición en el Parlament, y así piensa comunicárselo al presidente catalán, José Montilla, en la reunión que ambos tienen previsto celebrar en la segunda quincena de enero.

Según informa Efe, Mas, como líder del principal grupo de la oposición, tendría derecho a percibir una retribución equivalente a la que cobran los consejeros del Gobierno catalán. Así lo prevé el decreto suscrito el 13 de abril de 2004 por el anterior presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, quien se propuso regular por primera vez la figura de jefe de la oposición.

El decreto, criticado por CiU al interpretar que esta figura debía regularla el Parlament y no el Gobierno, establece que el sueldo asignado es incompatible con el de presidente de grupo parlamentario, por lo que Mas debería optar por uno u otro. Sin embargo, Mas ya rechazó en la pasada legislatura percibir el sueldo de líder opositor, para que nadie pudiera acusarle de actuar condicionado por una retribución proveniente del Departamento de la Presidencia.

Mas fue nombrado jefe de la oposición el 25 de mayo de 2004 y, al margen del sueldo, no renunció al resto de derechos y prerrogativas inherentes al cargo, como tampoco piensa hacerlo en esta nueva legislatura, según han explicado fuentes de CiU. El jefe de la oposición tiene el tratamiento protocolario de Honorable Señor, ocupa el lugar inmediatamente posterior a los ex presidentes catalanes en los actos oficiales y tiene derecho a ser consultado, a iniciativa del presidente de la Generalitat, en los asuntos de especial importancia para el país.

Además, puede disponer de dos personas adscritas a su servicio con retribuciones a cargo de Presidencia, unos puestos que en la pasada legislatura ocuparon César Grijalvo e Ignasi Angerri. Fuentes de Presidencia indicaron que estas dos personas al servicio de Mas han seguido cobrando hasta ahora el sueldo correspondiente.

Las mismas fuentes confirmaron que Montilla piensa aprovechar su próxima reunión con Mas para plantear la cuestión de su nombramiento formal como jefe de la oposición. Montilla tiene un plazo de 40 días, desde su toma de posesión como presidente de la Generalitat, para firmar el nombramiento de Mas. Si se cuentan para el cómputo sólo los días hábiles y teniendo en cuenta que el presidente catalán asumió formalmente su cargo el pasado 28 de noviembre, Montilla aún tendría margen hasta finales de enero para firmar el decreto de nombramiento.

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Fuentes próximas al presidente de CiU explicaron que Montilla aún no ha planteado a Mas cuándo piensa proceder a su nombramiento como jefe de la oposición, cargo al que la federación nacionalista da una importancia relativa, porque considera que Mas ya desempeña este cometido.

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