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Reportaje:

La sombra del mito carlista

Morella celebra el bicentenario del nacimiento del general Ramón Cabrera

Morella ha revivido este largo fin de semana la figura del general carlista Ramón Cabrera, al cumplirse el bicentenario de su nacimiento en Tortosa, el 27 de diciembre de 1806. El conocido como El Tigre del Maestrazgo ha llenado la agenda local morellana de actos que culminan hoy con una conferencia sobre "el carlismo como ideología" que pronunciará Carlos Hugo de Borbón-Parma, el que fuera designado en 1977 rey legítimo de España para una parte del carlismo. También se han producido diversos coloquios y conferencias, la obra de teatro Patria y Diócesis (Xavier Aragó), proyecciones de documentales como Paisaje con figuras, de Antonio Gala para TVE, y una destacada reunión de descendientes que han protagonizado una interesante mesa redonda sobre Cabrera como antepasado.

Un ingente número de personas murió en el conflicto por la sucesión de Fernando VII

El Ayuntamiento ha invitado estos días a una veintena de personas que son descendientes directos del que fuera el primer conde de Morella y que muriera en Londres, y que han participado activamente en todos los actos. Es el caso del bisnieto Simon Gandulfi, o de Juan Brotons, viudo de Carmen Cabrera, bisnieta y heredera del título de condesa de Morella. Gandulfi es, sin duda, uno de los descendientes más interesantes del general carlista y no sólo por su parecido físico. Residente en Londres es escritor, reportero y personaje aventurero que ha recorrido diferentes continentes en motocicleta, realizando fotografías y estudios etnográficos.

A través de la exposición Cabrera y las guerras carlistas -que permanecerá abierta en el Ayuntamiento hasta el próximo mes de enero- se puede viajar por el universo de Cabrera, siguiendo la huella que dejó en Morella, en sus acciones castrenses, en su ciudad natal Tortosa y en su exilio, primero en Francia y luego en Londres. En esta exposición pueden verse los originales de valiosos documentos civiles y militares, correspondencia personal de Cabrera, como una carta manuscrita por el rey Carlos V con motivo del nacimiento de una hija del general, o el boleto del sorteo en 1842 del caballo de Cabrera en Francia para recaudar fondos de apoyo a los refugiados españoles. También hay una interesante muestra de grabados de la época, retratos del general carlista y la bandera de Cabrera, de tela negra con la calavera y tibias cruzadas en el centro y ladeada por un sable y una rama de trigo, que guardan el lema "resistiremos".

Desde hace un año el Ayuntamiento de la ciudad de Els Ports viene trabajando en esta conmemoración a través de una comisión que preside la escritora y periodista morellana Conxa Rodríguez y que ha contado como comisario con Josep Maria Llasat, descendiente de una hermana de Cabrera y autor de varios trabajos de investigación en torno al general carlista.

Ramón Cabrera ocupó militarmente Morella durante la guerra de los siete años, primera de las contiendas carlistas y una de las más devastadoras que han sufrido las comarcas del Maestrazgo, y Morella, que se convirtieron en el eje militar carlista de Cataluña, Valencia y Aragón. Centenares de miles de personas murieron en el siglo XIX en un conflicto entre españoles por la sucesión al trono tras la muerte de Fernando VII. En este contexto, el general Cabrera, al mando de los ejércitos del rey Carlos V, representa una de las evoluciones más interesantes dentro del carlismo tradicional. En su exilio en Londres contrajo matrimonio con una rica heredera, Catherine Marian Richards, y se establecieron en la mansión de Wenrorth, un barrio donde pueden verse hoy calles con el nombre de Morella o del propio Cabrera. En el seno de la victoriana sociedad inglesa, el que fuera guerrero incansable libró su última batalla, la más intima y personal, que le condujo al rechazo y al arrepentimiento de su vida belicista, renunciando a la guerra, lamentando las muertes y abandonando, incluso, la causa carlista. Dos años antes de su muerte, llegó a reconocer al rey Alfonso XII como legítimo monarca de España.

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Una estatua polémica

Con la intención de seguir la trayectoria personal del general Cabrera, el Ayuntamiento de Morella ha querido que el bicentenario fuera una extensa reflexión sobre el militar enfocada desde el pacifismo y desde la literatura, que ha dedicado muchos títulos a este controvertido personaje, tan adorado como rechazado por sus contemporáneos. De hecho, se ha instalado una placa que aboga por el pacifismo y recuerda el nacimiento del Tigre del Maestrazgo en el acceso al recinto del castillo.

Paralelamente, la Diputación Provincial de Castellón y la asociación Portmader, que gestiona los fondos europeos Leader Plus en la comarca de Els Ports, han decidido promover otras actividades, como ha sido la presentación de una Ruta de Cabrera, que recorre el territorio castellonense que fuera escenario de las guerras carlistas, y la instalación en el castillo de Morella de una gran estatua ecuestre del general carlista, realizada en bronce por el escultor José M. García. Esta obra, que se ha anunciado como una "exposición temporal", cuenta con la oposición del Ministerio de Cultura, titular de la fortaleza morellana, al considerar, entre otras observaciones, que las guerras carlistas son sólo un capítulo, el más sangriento, de la larga e intensa historia del castillo y de la ciudad amurallada, que quedaría marcada por estos hechos con la permanencia de la enorme figura ecuestre de Cabrera.

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