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16 años de espera

Elsa Fernández-Santos

Philipe Gröning rodó su primera película, Summer,

con 27 años. Salió escaldado y se obsesionó con encerrarse una temporada en su habitación. De aquel impulso de autorre-clusión nació la película que ha titulado El gran silencio. La orden de monjes cartujos tardó 16 años en aprobar que entrase al monasterio. Finalmente pasó allí seis meses con una videocámara y un súper 8. La cinta tiene, según dice, pocas referencias, aunque después de pensarlo cita a Tarkovsky y Bresson. "Creo que Andrei Rublov me inspiró, es la gran película religiosa, y de Bresson está esa manera tan diferente de mirar. También hay un documental, Gambling, Goods & LSD, que me impactó mucho y que tiene algo parecido a mi intención, a esa voluntad de cine absolutamente pura". Empezó sin saber qué quería hacer: "Sólo quería acercarme. Como individuo me interesaba la información más íntima; como cineasta, no. Por eso no hay entrevistas ni preguntas. Sólo se comparte la vida con ellos".

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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