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Entrevista:ANTONIO GAMONEDA | Poeta | Un referente de la poesía española

"Mi gran pasión es la hoja en blanco"

Aurora Intxausti

Las llamadas se suceden, se siente un poco desorientado; sin embargo, trata de centrarse para responder a las decenas de felicitaciones que le llegan. Suena el móvil, una vez más a lo largo de la tarde, y su hija le pasa el teléfono. "Te agradezco mucho esta llamada porque sé que eres uno de mis lectores, que te interesa mi poesía desde hace mucho tiempo", dice el recién elegido premio Cervantes, el poeta Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931), al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El poeta, haciendo gala de un peculiar sentido del humor, comenta: "Por fin rompo mi condición de eterno finalista, era ya un finalista profesional". Habla de poesía, que para él es "un saber no sabiendo y de un entender no entendiendo. Los poetas son seres de minorías y yo más que ninguno". No oye muy bien y cierra los ojos, en un intento de abstraerse de los ruidos para concentrarse y que el pensamiento y las palabras acudan con fluidez.

"Los poetas son seres de minorías y yo más que ninguno"
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Pregunta. ¿Qué tienen de placenteras las palabras para que hayan centrado su existencia?

Respuesta. La finalidad de la poesía es la creación de placer y la creación de un conocimiento distinto del que proporciona el pensamiento reflexivo, por ejemplo, es de otra naturaleza. En la poesía siempre hay un estímulo de naturaleza musical, rítmico. Son las palabras las que se relacionan con una ordenación rítmica y esas palabras son el comienzo poético.

P. Su vida creativa ha estado rodeada de silencios.

R. Silencio, frialdad, soledad y pobreza y, además, he tenido una vida más bien dura.

P. ¿Compensada ahora por los galardones que está recibiendo?

R. El reconocimiento es importante. Como cualquier ser humano, tengo mi cuota de vanidad y pienso que es algo que realmente me proporciona alegría, aunque no me haga perder los nervios. Lo único que ocurre es que mi poesía no es por eso mejor que ayer. No sé si es buena o no pero es la que es. Los premios, incluso este enorme premio, cuentan con antecesores que hacen que sea una sorpresa que yo esté ahí. No me siento a la altura de ellos. Incluso este reconocimiento que me emociona y me proporciona alegría no me lleva a la pasión, la notoriedad no es la gran pasión: mi gran pasión es la hoja en blanco.

P. ¿Cuesta llenar esa hoja?

R. Muchísimo. Hay una mezcla difícil de discernir entre sufrimiento y placer. Se va llenando poco a poco. Mi poesía no está programada y puedo decir que no conozco mi pensamiento poético hasta que no me lo dicen mis propias palabras. La poesía nace de la vida. Se trata de un saber no sabiendo y de un entender no entendiendo. Los poetas son seres de minorías y yo más que ninguno.

P. ¿Cuánto hay de mezcla entre el placer y el sufrimiento?

R. La poesía puede estar fundamentada en el sufrimiento, sin embargo, la conversión de ese sufrimiento en pensamiento poético es una transformación muy profunda de esa modalidad de conciencia y en ese sentido no es una liberación, pero lo parece.

P. La muerte está muy presente en su obra creativa

R. La vida lo lleva a uno a la muerte y ahora yo estoy más próximo a ella,

P. ¿Qué tenía de poeta Cervantes?

R. Tenía mucho, con la particularidad de que su poesía está más en su obra narrativa que en la poética. Ése es mi punto de vista. Miguel de Cervantes es el principal creador en el orden de la narratividad y gracias a él se dio la inclusión de la poesía como género.

P. ¿Cuáles son los poetas que han influido en su trayectoria?

R. Los simbolistas franceses, Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, Góngora, Federico García Lorca -el gran poeta de la primera mitad del siglo XX- y Claudio Rodríguez.

P. ¿Cómo se define usted?

R. Soy poeta del barrio. Así me veo yo y así me siento.

P. ¿En qué momento creativo se encuentra?

R. En un momento pequeño porque me estoy dedicando a escribir mis memorias de infancia. La memoria vertebra toda mi creación. Ahora miro hacia atrás y veo que no hay un libro mejor que otro, pero sí que existe uno que marca una inflexión muy fuerte en mi manera de escribir, y que curiosamente de ello se habla en el prólogo de la antología de Sílabas negras, del Premio Reina Sofía, y es Descripción de la mentira. Un libro que escribí durante la transición, en el momento de la desaparición del franquismo y de la llegada de una nueva perspectiva político-social, y por tanto moral, y por tanto existencial, y ese libro no digo que sea el mejor, pero sí que funciona como bisagra en mi poesía.

Para quien ahora quiera buscar su poesía completa puede encontrarla en Esa luz. Poesía reunida (1947-2004) (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores). Hay una antología en Alianza, y una curiosidad: la lectura que hizo en la Residencia de Estudiantes de Madrid y que recogió en un audiolibro publicado por esa institución.

De Blues castellano (1982)

Antonio Gamoneda, ayer en Madrid.
Antonio Gamoneda, ayer en Madrid.CLAUDIO ÁLVAREZ

Caigo sobre unas manos

Cuando no sabía

aún que yo vivía en unas manos,

ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón.

Yo sentía que la noche era dulce

como una leche silenciosa. Y grande.

Mucho más grande que mi vida.

Madre:

era tus manos y la noche juntas.

Por eso aquella oscuridad me amaba.

No lo recuerdo pero está conmigo.

Donde yo existo más, en lo olvidado,

están las manos y la noche.

A veces,

cuando mi cabeza cuelga sobre la tierra

y ya no puedo más y está vacío

el mundo, alguna vez, sube el olvido

aún al corazón.

Y me arrodillo

a respirar sobre tus manos.

Bajo

y tú escondes mi rostro; y soy pequeño;

y tus manos son grandes; y la noche

viene otra vez, viene otra vez.

Descanso

de ser hombre, descanso de ser hombre.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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