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El grupo de medios de Silvio Berlusconi sale de compras por Europa

Enric González

Silvio Berlusconi parece dispuesto a salir de caza por Europa. Su grupo televisivo, Mediaset, tiene mucho dinero en caja. Pero en el mercado italiano encuentra dificultades para seguir creciendo: Berlusconi ya no preside el Gobierno, lo que impide la confección de leyes a medida de Mediaset, y la competencia de Rupert Murdoch, con la cadena por satélite Sky, empieza a resultar incómoda. Berlusconi busca ahora oportunidades en el extranjero.

El fallido intento de participar en la subasta del 50,5% de Pro Sieben-Sat 1, primer grupo comercial televisivo en Alemania, fue sólo una señal de que Mediaset está dispuesta a saltar sobre cualquier ocasión. El pasado miércoles Mediaset reconoció que no había perdido su ya antiguo interés por Endemol, la productora holandesa de emisiones como Gran Hermano, controlada al 75% por Telefónica.

Endemol tiene un valor de mercado estimado en al menos 1.100 millones de euros, y la aventura alemana habría costado más de 3.000 millones, lo cual da una idea de los recursos de que dispone el grupo de Berlusconi. Mediaset obtuvo el año pasado unos beneficios de 603 millones de euros, y en 2006 rondará los 550 millones.

Pier Silvio Berlusconi, hijo del magnate y vicepresidente de Mediaset, declaró la semana pasada al diario La Stampa que el grupo italiano tenía vocación internacional: "Lo hemos demostrado con Telecinco y observamos todas las ocasiones que aparecen en el mercado".

Invertir en el extranjero

La intención de invertir en el extranjero se ve fomentada por el proyecto de ley de televisiones elaborado por el Gobierno de Romano Prodi. El centro-izquierda quiere acabar con la hegemonía de Berlusconi sobre el mercado publicitario italiano, a través de Publitalia, y con el duopolio de Mediaset y de la pública RAI, que absorben entre ambas el 90% de los anuncios televisivos, el 50% de la publicidad total y el 85% de la audiencia.

Berlusconi dijo que si se aprobara la ley, Mediaset tendría que cerrar. No es cierto, pero sí lo es que se abrirá la posibilidad de un aumento de la competencia: un canal de Mediaset (Rete 4) y uno de la RAI (probablemente RAI 3) deberán emitir anticipadamente a través del sistema digital terrestre, lo que liberará frecuencias para nuevos grupos privados. El propio ministro de Comunicaciones, Paolo Gentiloni, anima a Berlusconi a que vuelque hacia el extranjero parte de sus recursos: "Soy partidario de la expansión internacional de Mediaset", manifestó hace unos días.

El otro freno al crecimiento italiano de Mediaset es Sky. La cadena por satélite de Murdoch ha alcanzado los cuatro millones de abonados y se ha convertido en un competidor modesto pero incómodo. Mediaset acusa al Gobierno de favorecer a Sky con la nueva ley de televisiones y subraya siempre que puede la condición de "extranjera" de la cadena del australiano Murdoch, sin caer en la cuenta, aparentemente, de que Telecinco también lo sería en España.

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