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Reportaje:Primarias socialistas francesas

Una favorita y varias incógnitas

218.771 militantes del PS votan hoy a su candidato a la presidencia francesa, con Ségolène Royal a la cabeza de los sondeos

A las 16,00 horas de hoy se abrirán las urnas en las 4.200 secciones del Partido Socialista (PS) francés para que 218.771 de sus militantes inscritos antes del 1 de junio y al corriente de cotización -de los que un tercio (68.000) tienen menos de un año de antigüedad- puedan votar por uno de los tres aspirantes a candidato a la presidencia de Francia. Las mesas con unas urnas transparentes estarán abiertas hasta las 22.00 horas, aunque en algunas zonas rurales los responsables locales podrán variar el horario en función de sus necesidades específicas.

Tras el cierre de las urnas y una vez contabilizados los votos, las 105 federaciones que componen el partido enviarán los resultados a la sede central parisiense de la calle Solferino a través de un sistema informático bautizado como Rosam, que tiene la particularidad de impedir a los dirigentes federales averiguar los resultados de las otras federaciones antes de haber depositado el suyo.

68.000 personas se han afiliado en el último año a través de Internet tras pagar 20 euros

Esta precaución obedece a una práctica supuestamente común en el socialismo francés, viejo ya de más de un siglo, que consiste en corregir los resultados en función del retrato nacional que va desvelándose. Las primeras estimaciones de los resultados de hoy serán anunciados por la dirección del PS en París a la una de la madrugada del viernes.

Desde el principio se ha dicho que en estos comicios se conoce a los candidatos pero no a los votantes. Todas las encuestas y sondeos que desde hace más de un año señalan a Ségolène Royal como la favorita, sitúan a Dominique Strauss-Kahn (DSK) en segundo lugar, pero bastante lejos, y a Laurent Fabius en última posición y muy distanciado. Pero los sondeos pueden revelarse erróneos por la simple razón de que han sido efectuados sobre una muestra genérica de simpatizantes socialistas y de izquierdas, pero no sobre el cuerpo electoral de afiliados al partido.

La principal incógnita la presentan los más de 68.000 nuevos miembros que han ingresado en el partido en el último año, a través de una campaña que les permitía darse de alta por Internet pagando 20 euros. Un colectivo que despierta todo tipo de sospechas entre la vieja -y reducida- militancia. ¿Quiénes son? Una pequeña encuesta interna del partido, sobre una muestra de 200 militantes, detectaba que tienen una media de edad de 43 años contra los más de 54 de la media general y que la mitad son mujeres, frente a una proporción por debajo del 25% en el global.

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Otro elemento difícil de valorar es la ausencia del derrotado candidato de 2002, el ex primer ministro Lionel Jospin, un referente en el partido que nunca ha escondido su rechazo por la candidatura de Royal, pero que en estas últimas semanas, desde que anunciara que no se presentaba, ha preferido mantener el silencio, si bien la gente de su entorno más próximo, incluida su mujer Sylviane Agacinski, se ha mostrado a favor de la candidatura de Strauss-Kahn.

Ni los expertos de los institutos de opinión, ni los analistas políticos se han atrevido a dar un pronóstico. A lo más, oficiosamente, fuentes de la dirección del partido insisten en que Royal "roza la mayoría absoluta". La baza del cambio tras la catástrofe de 2002, el hecho de que siendo una mujer ya suponga un cambio en sí mismo, juega a su favor; pero no hay que desestimar la potencia del colectivo TSS, siglas que equivalen a Todo Salvo Ségolène, que representa a los intereses de fondo del partido, los grupos de presión gremiales, como se ha visto claramente con el vídeo en el que Royal sugiere que los docentes trabajen 35 horas.

Conforme se acercaba la cita con las urnas, ha ido creciendo la sensación de que Royal se lo juega todo en la primera vuelta. Porque de no ganar hoy por mayoría absoluta, se las vería en la segunda votación, dentro de una semana, contra un frente común de los otros dos candidatos. A su favor, la presidenta de la región de Poitou-Charentes cuenta con el apoyo de la actual dirección del PS, encabezada por su compañero y padre de sus cuatro hijos, François Hollande, y con más de la mitad de los presidentes de las federaciones; concretamente de 59 de un total de 105, entre las que se encuentran las cuatro de mayor peso: París, el Nort-Pas de Calais, Bouches du Rhône y Hérault. Fabius tiene 18 y Strauss-Kahn, 17. Sin embargo, entre los parlamentarios socialistas la situación es mucho más ajustada: 59 apoyan a Royal, 58 a Fabius y 40 a DSK.

Algunos analistas auguran que Fabius, pese a ser maltratado de los tres en las encuestas, podría imponerse a DSK, dado que su peso en el partido es superior a lo que parece y cuenta con una tupida red de apoyos en las federaciones que le aseguran un colchón electoral de cerca del 20% del voto militante.

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